Quiero expresar mi agradecimiento públicamente, por las atenciones, desvelos y profesionalidad al personal de la Residencia de Mayores. Han sido nueve años los que ha estado allí mi abuela Pepita Cano de las Heras, hasta que la luz se apagó el pasado miércoles 15 de febrero a las 16:00h.
En principio dar las gracias a los maravillosos Médicos que tiene dicha Residencia, por su apoyo hacia nosotros y atenciones y cuidados a mi querida abuela. Seguidamente a tod@s los enfermer@s que velaban por ella para que no sufriera lo mas mínimo. Claro está a mis compañeras, mis Auxiliares de Clínica, que no sabían cómo consolarme y apoyarme en la difícil situación tanto a mi como a mis familiares. En especial al servicio de cafetería a nuestra Nora y nuestros dos Antonios: chic@s un café con leche para mi padre. Gracias por estar a nuestro lado y por vuestro apoyo. Al servicio de limpieza por estar también y hacer que nuestra espera fuera más placentera. A la Directora Maribel y a Celia Alonso por acomodarnos y ofrecernos una habitación alternativa para poder respirar y tomar aire. También al servicio de Vigilancia por abrirnos las puertas a cada momento y darnos unas palabras de aliento. Espero no olvidarme de nadie y vuelvo a repetir a todos, todos los profesionales de la Residencia de Mayores GRACIAS, GRACIAS en nombre de toda mi familia y mío propio.
