Un hombre podría ir a la cárcel por conducir un vehículo robado en Italia en el año 2012, según se denunció. El Ministerio Fiscal reclama la pena de dos años de prisión por ser el presunto autor de un delito de receptación. La Guardia Civil le descubrió circulando con el coche al desembarcar en Melilla desde Málaga, en el trascurso de un registro rutinario. Un individuo se enfrenta a la posibilidad de ingresar en prisión por un periodo de dos años. Se le acusa de ser el presunto autor de un delito de receptación, ya que el 12 de agosto de 2014 fue descubierto en el puerto de Melilla con un vehículo de la marca Audi, modelo Q7, cuyo robo había sido denunciado en Italia en el año 2012.
Los agentes de la Guardia Civil procedieron al registro rutinario del automóvil al desembarcar en la ciudad, tras viajar en buque desde Málaga. Según declaró el guardia ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, el acusado le entregó un permiso de circulación francés. Tras comprobar que la documentación era legal, el agente comenzó a rastrear el vehículo.
Entonces, se dio cuenta de que faltaban algunas pegatinas identificativas, según relató en la vista. Entre ellas, el número de bastidor o la placa identificativa del motor, que indicó que habría sido retirada.
Posteriormente, el agente encontró una pegatina identificativa situada debajo de la rueda de repuesto. Según relató el guardia, fue al introducir en la base de datos el número de batidor cuando supo que el hombre conducía un coche robado en Italia.
Artículo 298 del Código Penal
El procesado no acudió a la vista, pero el juicio pudo celebrarse en su ausencia debido a que se le reclama una pena igual o inferior a dos años de cárcel. Sin embargo, el abogado defendió que su representado compró el automóvil a un señor de nacionalidad francesa, desconociendo por el completo la procedencia ilícita del coche. En este sentido, recalcó que para ser autor de un delito de receptación tendría que haber tenido conocimiento de la comisión de un delito contra el patrimonio, como se especifica en el artículo 298 del Código Penal, algo que negó en rotundo que ocurriera.
«Él compró el coche de forma legal, adoptando todas las precauciones posibles, a través de una gestoría», incidió el abogado, quien aseguró que su cliente era el más perjudicado. Perderá el coche, el dinero de la compra y se le reclaman 2 años de cárcel.
La magistrada tendrá que dictar sentencia.
