-¿Sabes como le llaman a HACIENDA?
-¿Cómo la llaman?
-La llaman la muerte.
-¿Por qué?
-Porque cada día está más cerca.
-Pues en el Congo hay tres clases de caníbales. El alto, el bajo y el que come verduras.
-Pues eso da mucho que pensar.
-¿Da mucho que pensar, por qué?
-Porque en España hay dos clases de españoles. El que viene de una barriga llena y el que viene a llenar la barriga.
-Bueno, no te metas con los cuentistas y vamos con el cuento
-¿Democrático?
-Sí. Fíjate. Iba por la calle un hombre guapo, rico, simpático y alto. Hacia pesas. Sabia karate y hacia el amor con potencia y sin viagra. Iba acompañado de cinco jóvenes y lindas mujeres. Llenas de salud, perfumadas y bien vestidas
Le vio el hombre pequeño, feo, arrugadito, antipático y pobre y acercándose le dijo:”No es justo que tu tengas cinco mujeres y yo no tenga ninguna”
¿Por qué? preguntó el hombre guapo, listo, rico y semental.
“Sencillamente-contesto el feo, birria, tieso y chirobita- Porque las mujeres no son como cabras. Son mujeres y hay que darle a cada una su razón de ser y no masificarlas”.
¡Corta el rollo cara bollo¡- le grito sonriendo el Apolo-: “ Si tu eres un paria, invéntate otro truco. Este de la filosofía está muy gastado para los tiempos que corren. Así que coge esa colilla, móntate en ella y lárgate.”
El pulgoso callejero recordó que era menos que nada y por lo tanto no pudo sentirse ofendido. Pero aun quiso jugar una última baza, recordando lo que había oído en un mitin político no hacía mucho y dirigiéndose al pavo macarra, le dijo: “Deja al menos que sean ellas las que elijan sus gustos y sus destinos”. El rico y apolíneo, sonrió y mirando a las bellas, les dijo:”Tomad la papeleta del voto y sed libre en elegir vuestro futuro.” Y sacando una pistola se la ofreció a las “marías”. Ni corta ni perezosas, las cinco hermosas, dispararon a bocajarro sobre el desgraciado, dejándolo pegado a la pared como un cartel de elecciones democráticas.
-Bueno ¿Y que más?
–Pues nada más. ¿Qué quieres tú?
Buenos días y eso,.. Buenos días
