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La columna de Salido

Los “guateques” de farid me rejuvenecen

Hace pocos días leí un muy interesante trabajo, uno más, de Farid Mohamed. En esta ocasión sobre aquellos guateques de nuestros tiempos jóvenes. Yo los viví en los años 60, en los 50 no, ya que era aún “casi de pecho, pero, de la mamá”.Hablaba de muchas discotecas, a mi me transportó a mis años de adolescente y juvenil, desde los 15 a los 19 para ser más exactos, cuando íbamos a aquel Club de la Juventud, hornabeque, Casino de la Avenida, también al Club Social de la Hípica.

Publica varias fotos y entre ellas creo haber recordado y bailado con Los Débiles y Los Dinquels o Dinguels, incluso, algunos de esos conjuntos melillenses, tocaba en alguna tómbola en la feria.

Lo guateques de entonces, mayormente eran los que nos montábamos por nuestra cuenta en casa de algún amigo o familiar, como también menciona Farid. Recuerdo en una casa baja de un amigo del barrio La Victoria, curiosamente, esa tarde la chica con la que prácticamente bailé toda la tarde, era muy curiosa, socia de La Hípica. Me preguntaba si sabía cabalgar, jugar al tenis o patinar. Una anécdota más de las muchas que teníamos en aquella época.

Cerca de la fuente del Bombillo en una azotea también nos prodigábamos moviendo “el esqueleto” con los consabidos Beatles, Brincos, Sírex o Los Bravos. Lo mejor el momento “lento” con Adamo, Rafhael, Jaime Morey, Armando Manzanero, etc. Aquellos discos de Fundador y el tocadiscos.

De todas formas, donde más guateques montábamos era en una gran habitación de la azotea de casa de nuestro buen amigo Pedro, primero unos tientos pequeñitos de una mezcla de dos vinos que llamaban “pintao”, y un remanguillé en ese Bar La Vela de la calle Gran Capitán del bueno de su padre (d.e.p.), así nos íbamos entonando. Ya el día anterior habíamos adquirido bebidas y tapeo para ese guateque, los cubatas de garrafón. También aprovechábamos la tarde noche del sábado para, paseando Avenida arriba y abajo, contactar con chavalas invitándolas al evento según los que fuésemos nosotros y algún que otro amigo, pero como no éramos tontos si tenía que haber alguien de más, que fuesen chicas.

En una ocasión, hicimos un guateque invitados por un hijo del conserje del edificio de la Cámara de Comercio, en calle paralela al cine Nacional. Coincidió que ese domingo, durante su estancia en Melilla del controvertido Ministro de Información y Turismo durante el franquismo, Don Manuel y Fraga de apellido (luego de Gobernación también con Franco), éste visitaba ese domingo dicha Cámara con concierto de una coral melillense. Nosotros en otra habitación con nuestros discos, bailes y cubatitas. Paramos un momento por si nos oían y por una rendija del salón de actos vimos algo de la actuación. Los miembros de seguridad de aquel que decía “que la calle era suya” (bueno, eso lo dijo algo más adelante en su otro ministerio), ni se enteraron, menos mal que éramos indefensos “niñatos guatequeros”.

En otras ocasiones, nuestro destino eran algunas de esas discotecas mencionadas por Farid, cuando íbamos a bailar lo que nos echaran bien con discos o algún que otro conjunto de la tierra que maravillosamente cantaban y tocaban canciones famosas de los años 50 y 60 tanto las modernas o ye-ye, como las lentas para que buscáramos pareja y así más o menos abrazados bailáramos aquellos pasodobles, vals, tangos (a nuestra manera), rumbas y aquellas lentitas “arrimando lo que había que arrimar”. Llegado ese momento recorríamos la sala buscando una moza que aceptase nuestra petición de baile. << ¿Quieres bailar conmigo? >> era la petición más usual. Si tu pareja de baile no era de aquellas que te ponían las palmas de las manos en el pecho “fenomenal”. Aunque también, se comenzaba así con esa resistencia hasta que se dejaban llevar. Nos conformábamos con eso, no era lo de ahora, “aquí te pillo, aquí te mato” (ya me entendéis). Son muchas anécdotas las vividas y muy grato el recordarlo, en mi caso eso ocurría en Melilla desde 1965 más o menos hasta finales de 1969. Una vez más gracias Farid por rejuvenecer, por lo menos, mis pensamientos y buenos recuerdos.

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