Ayer lunes las autoridades de España y Marruecos han abierto el 'Tarajal II', un nuevo paso fronterizo reservado exclusivamente para el tránsito de los alrededor de 25.000 marroquíes que se dedican a llevar sobre sus espaldas a su país todo tipo de mercancías adquiridas en los polígonos comerciales de Ceuta sin controles aduaneros. Con la nueva infraestructura, la Delegación del Gobierno espera descongestionar el paso de vehículos y peatones por la frontera oficial, colapsada casi a diario, y ordenar el trasiego por el entorno de los porteadores, que a partir de ahora solamente podrán cargar con un bulto que no exceda de 60 centímetros de largo y ancho y 40 de alto, el límite establecido para que sean admitidos en régimen de viajeros, la única forma de atravesar con productos una frontera que carece de aduana comercial.
El 'Tarajal II' ha empezado a operar en medio de un gran despliegue de efectivos de la Policía Nacional y la Local reforzado por vigilantes de seguridad y personal de Servicios Tributarios. Los agentes solo han tenido que intervenir para disolver, sin incidentes, al centenar de personas que se ha concentrado protestando por las nuevas condiciones de cruce.