El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, reconoció ayer “el difícil papel” que cumple la Guardia Civil en la custodia y vigilancia de la frontera de la ciudad y expresó su “total apoyo” a los agentes que conforman la plantilla de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla. El Barkani expresó este apoyo después de que el instituto armado realizara ayer “una de las operaciones de rescate más difíciles y estresantes” de los últimos años”, llevando hasta tierra a 30 inmigrantes de una patera pese a las malas condiciones del mar y la “rebelión” a la que incitó uno de los ocupantes.
El Barkani puso en valor la “complicada dicotomía” a la que se enfrenta la Guardia Civil cuando en su obligación legal de custodiar la frontera “debe aunarse el necesario auxilio humanitario a personas desvalidas, objeto del negocio de las mafias que trafican con seres humanos”.
Reiteró por ello su “total apoyo” a la Guardia Civil y ha pedido “una reflexión” a quienes “confunden solidaridad con falso buenismo”, e “ignoran la conflictiva realidad fronteriza de Melilla así como las consecuencias de la irresponsable tolerancia frente a la actuación de la mafias que alientan la inmigración irregular”.
El Barkani felicitó a la Guardia Civil “por esta valiente actitud de rescate de estas personas” y lamentó que algunos de los inmigrantes que tratan de llegar a España “fuercen la máquina hasta el punto de poner en peligro a 30 personas, dos de ellos menores”.
Se refirió así al inmigrante que fue detenido después de haber rajado la embarcación neumática en la que iban los 30 subsaharianos, “e instó y forzó a muchos de ellos a que se lanzaran al agua como forma de impedir la actividad de la Guardia Civil”. El delegado recordó que la Guardia Civil, “aparte de vigilar la frontera, cuando hay que hacer un auxilio, presta ese auxilio”, como ocurrió ayer.
