En los últimos cinco años el número de personas aseguradas y por tanto, beneficiarias de los servicios de la sanidad pública, ha experimentando un crecimiento de 9.530 personas, lo que representa un aumento del 15%, según dejó de manifiesto ayer el director territorial del Ingesa, Francisco Robles, en el balance de gestión de 2016. En su resumen, apuntó que el pasado año el número de tarjetas sanitarias creció en más de mil personas y como dato positivo destacó el hecho de que se gestionaron unos presupuestos que superaron los cien millones de euros. En cuanto a actividad especializada, señaló que han aumentado las intervenciones quirúrgicas y que las listas de espera melillenses siguen siendo "las mejores" del sistema público. En el balance de gestión del año 2016, el director territorial del Ingesa, Francisco Robles apuntó que el número de tarjetas sanitarias creció a lo largo del pasado año en unas 1.162 personas, lo que eleva al total de beneficiarios a 73.188, un 1,65% más que el año anterior. EEn los últimos 5 años el número de personas aseguradas se ha incrementado en 9.530, lo que representa un aumento del 15%. El Ingesa presta asistencia sanitaria al 83,7% de la población total de la ciudad.
Esta población es atendida, además de en el hospital comarcal, en los cuatro centros de salud como son el de zona norte (Cabrerizas) con 20.509 usuarios; el de zona este (Polavieja) con 20.572, el de zona centro con 17.748 y el de zona este (Alfonso XIII) con 13.328 usuarios.
Balance en cifras
Entrando en el balance en sí, indicó que el presupuesto del pasado año fue de 101,6 millones de euros, tres millones más que en el ejercicio anterior y 15 millones más que en 2012. Por capítulos, el de personal se lleva el 58% del gasto; el de bienes corrientes el 21% y el 14% el gasto farmacéutico. En cuanto a recursos humanos, el personal de enfermería, matronas y fisioterapeutas suponen el 32% del total; le sigue en un 27% el personal no sanitario; facultativos y otros licenciados el 20% y el 17%, los técnicos especialistas.
En este punto señaló que la plantilla "crece" y que en estos momentos son unas 900 las personas que trabajan en el área sanitaria melillense, incluyendo los 775 profesionales del hospital comarcal y 226 en atención primaria. "El personal no sanitario es que no ha crecido y por eso para 2017 nos hemos marcado como prioridad aumentar el cupo, según recoge los presupuestos pendientes de aprobación", dijo.
En 2016 Ingesa destinó 1,2 millones al capítulo de inversiones, un 75% en atención especializada. El año pasado se adquirió, entre otros equipos, el nuevo TAC. Continuando con el desglose de gastos, indicó que se ha producido una reducción del capítulo destinado al pago de desplazamiento de pacientes a centros de referencia en la península. De hecho el gasto fue de 1,7 millones, casi un millón menos que el año anterior. En dietas a estos pacientes, el ahorro ha sido de casi cien mil euros, quedando en casi 400.000 euros. Explicó que este descenso se produce gracias a la apuesta que viene realizando Ingesa en cuanto a incrementar su cartera de servicios que evitan a los pacientes tener que ser derivados a la península para su tratamiento.
En cuanto a las ayudas a prótesis y otros servicios, se ha reducido la cuantía en cincuenta mil euros, fijándose el gasto en 133.000 euros.
El gasto farmacéutico continúa en su tónica habitual, pasando de los once millones de euros de 2012 a los más de 13,7 millones de 2016. El número de recetas baja del millón de unidades de 2011 gracias a la implementación de las recetas electrónicas. El gasto medio por receta se eleva a los 14 euros, casi 70 céntimos más que el pasado año. El gasto por persona protegida crece en casi ocho euros, hasta los 189,44 euros.
Atención Primaria
Pedro Villarroel, gerente del área sanitaria de Melilla, explicó por su parte, que en atención primaria el pasado año disminuyeron en general el número de consultas gracias a que el 80% de las recetas que se emiten son electrónicas, lo que evita a los pacientes tener que acudir a su médico de cabecera o a enfermería, para renovarlas. Aún así, enfermería contabilizó 202.000 visitas; 77.455 pediatría; y 271.000 euros medicina familiar. Las unidades de fisioterapia, atención a la mujer, salud bucodental, salud mental y trabajo social se mantuvieron en cifras similares a las de otros años. Las visitas domiciliarias pasaron de 20.312 en 2015 a 18.449 en 2016.
En lo que respecta a atención especializada, sigue incrementándose ligeramente el capítulo de hospitalizaciones, pasando de 7.608 en 2015 a 7.829 el pasado año. El tiempo medio de estancia es de 5,6 días. Las intervenciones quirúrgicas (5.801) es ligeramente inferior al pasado año (6.170), pero está por encima de 2014 con 5.351. El tiempo de espera sigue siendo de 33 días para intervenciones, y las consultas externas han descendido en unas tres mil, aunque se mantienen por encima de las cien mil. El tiempo de demora para consulta externa se ha incrementado de 22 a 26 días. Aún así, estas cifras "siguen siendo los mejores datos del sistema nacional de salud" a nivel nacional que tiene una media de 90 días.
En cuanto a la atención del hospital de día, el incremento experimentado en pacientes se debe a que se ha ampliado también a horario de tarde servicios como fisioterapia y quimioterapia, entre otros. Las urgencias, en general, han experimentado tanto en atención primaria como en el propio Comarcal, un ligero descenso, de unas mil menos que en 2015 cuando se realizaron 96.592. Las urgencias hospitalarias han sido 63.785, lo que supone un aumento del 3,3%. Asimismo crecen las llamadas al 061 pasando de 12.249 a las 13.093 del pasado año. Las personas atendidas por la Unidad Medicalizada de Emergencias fueron 1.600 (2,2% menos que el año anterior). El 96,92% de estos pacientes fueron atendidos en menos de diez minutos.
Quejas, agresiones y encuesta
Las reclamaciones ciudadanas también experimentan un ligero aumento, contabilizándose 189 en atención primaria y 432 en el Hospital Comarcal. En total, fueron 628, experimentando un incremento del 10,5%. El trato personal es el principal motivo de reclamación (105 casos). A pesar de este incremento, "esta cifra es inferior a las 735 reclamaciones de 2011", reconoce Ingesa. En este punto el director territorial, Francisco Robles, indicó que aunque el pasado año no tuvo una especial relevancia el número de agresiones al personal sanitario, sí que fueron diez los agredidos. Son 72 las personas agredidas en los últimos cinco años, el 50% de las incidencias se han dado en el centro de salud de la zona norte (Cabrerizas) y un 40% en urgencias.
Por último se apuntó que el 91,3% de las personas entrevistadas respondió encontrarse "bastante o muy satisfecha con la atención recibida en los centros de salud". En concreto "el trato personal, sanitario y no sanitario, son los aspectos mejor valorados", destacó Robles. En general, "mejora la valoración para la obtención de citas médicas". El 65,6% de las personas encuestadas consideró que obtener cita médica fue fácil o muy fácil y para el 34% fue muy difícil o difícil. Destacar que en la encuesta del año 2015 este último porcentaje fue del 48,6%, "lo que representa una mejora importante en la valoración de este aspecto”.
