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La encrucijada de Annouar: “Si regreso a Argelia me matarán por ser gay”

Annouar muestra el documento en el que se informa de la denegación de asilo
(Autor: I.Q.)

Annouar huyó de Argelia hace más de dos años en busca de libertad. Su orientación sexual y su fe cristiana le llevaron a solicitar asilo en Melilla, donde reside desde enero de 2015. Según cuenta, las autoridades argelinas llegaron a detenerlo y apresarlo durante un mes tras descubrirlo con otro hombre en un hotel de Orán. Así lo recoge en la petición de protección internacional que el Ministerio del Interior ha desestimado al entender que carecía de verosimilitud. Ya se ha practicado su orden de expulsión. El argelino, desesperado, afirma que prefiere quitarse la vida antes que volver a su país. «Allí no puedo ser yo», lamenta: «Me matarán por ser gay».

«¿Cómo quieren que vuelva a mi país? Si regreso a Argelia, me matarán por ser gay». Angustiado, Annouar muestra una orden de expulsión del territorio español. Aunque esconde sus ojos tras unas gafas de sol, no puede disimular el sentimiento de derrota que le alberga tras recibir la peor noticia que podrían darle. Después de pasar más de dos años en Melilla, el Ministerio del Interior ha desestimado su solicitud de protección internacional. El migrante de 27 años reclamó asilo con motivo de su homosexualidad y su fe cristiana, pero su solicitud ha sido denegada. Sus ansias de libertad se han topado con el muro de la Administración. Ahora siente que se ha quedado sin salidas.
Según relata el argelino, llegó a Melilla en enero de 2015. Estuvo diez meses viviendo en la calle antes de ingresar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). «Pensaba que dentro me iban a hacer la vida imposible. Ya sabes… porque soy gay», explica. De hecho, sostiene que no ha sido nada fácil convivir con los desprecios diarios de otros residentes.
Sin embargo, Annouar ha sacado fuerzas de flaqueza durante todo este tiempo con la esperanza de que le notificaran muy pronto la salida a la Península. También dice haber contraído matrimonio con otro hombre que vive en Farhana. Por eso, el palo ha sido mayor. La desesperación que siente ahora es tal que afirma que está dispuesto a cometer cualquier locura para no volver a su país. Como por ejemplo, quemarse a lo bonzo en la Plaza de España. Cualquier cosa, repite una y otra vez, con tal de no regresar al infierno del que huyó hace ya más de dos años.

“Allí no puedo ser yo”
Desde muy pequeño, Annouar fue consciente de la atracción que sentía por otros niños del mismo sexo. Sus gestos y su forma de vestir, a contracorriente del de los varones de la ciudad de Tizi Ouzou, situada al norte del país, siempre llamaron la atención de familiares y vecinos, que le reprendían por ello. Como indicó en la petición de protección internacional que formalizó en la Oficina de Asilo y Refugio de Melilla en enero de 2016, en Argelia «no tienen piedad» con las personas homosexuales. «Allí no puedo ser yo», lamenta.
El rechazo hacia la homosexualidad fue precisamente lo que le llevó a interesarse por otras creencias religiosas fuera del Islam. Buscaba sentirse mejor consigo mismo entre tanto repudio, recuerda. Así fue como entró en contacto con el cristianismo, religión que ahora profesa.
«En Argelia hay muchos grupos radicales que te obligan a ser musulmán», apunta Annouar. Sin ir más lejos, su hermano mayor es imán en una mezquita de Tizi Ouzou y, tras una acalorada discusión, llegó a romperle la biblia que escondía en su habitación. Entonces, su propia madre le dijo que se marchara para evitar que la pelea terminara en tragedia. Rememora este momento con dolor. Las gafas ya no pueden ocultar sus lágrimas. Esa fue la última vez que vio a su familia.
Pero ese no fue el episodio más humillante que vivió en su país. Annouar estuvo preso durante un mes tras ser descubierto con otro hombre en la habitación de un hotel de Orán, según cuenta. «Me castigaron por practicar la homosexualidad». Así lo recoge en la petición de protección internacional que el Ministerio del Interior ha rechazado.

Carece de verosimilitud
El Ministerio del Interior ha denegado la solicitud de asilo de Annouar porque, entre otros motivos, no entiende que haya sido víctima de ninguna persecución. Según sostiene en la denegación de asilo, el incidente de detención por practicar la homosexualidad está «gravemente afectado de verosimilitud». Tampoco cree que pueda considerarse víctima por su condición religiosa, de la que también duda, según consta en el informe emitido desde Madrid.
Annouar cree que España le ha «dado la espalda» por el simple hecho de ser argelino.

Un vestigio de esperanza
Pese a lo dictado por el Ministerio del Interior, Annouar todavía puede pelear por esa libertad que vino buscando. Su abogada ha presentado un recurso de apelación del que ahora toca esperar la resolución. Por otro lado, se ha presentado un recurso contencioso administrativo que, al menos, permitirá prolongar su estancia en la ciudad durante un tiempo. Además, desde la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) están haciendo presión para que el Gobierno de España no deje sin opciones a Annouar. «Estamos esperando los trámites, pero por ahora no nos han dado un ‘no’ rotundo», afirma el portavoz de la entidad, Rubén López.
Annouar no está solo en su lucha.

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Irene Quirante

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