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José Manuel Rodríguez analiza a la luz de la ciencia los secretos de la Sabana Santa

El páter castrense, la presidenta del Instituto de las Culturas y el conferenciante
(Autor: Guerrero)

El profesor del Centro Español de Sindonología, José Manuel Rodríguez, aseguró ayer que la Sábana Santa, una reliquia religiosa de siglos de vida sigue desconcertando a los científicos. Las pruebas a las que ha podido ser sometida en los últimos años apenas si han arañado la superficie de todo cuanto guarda este lienzo de tela. La conclusión a la que se llega es que envolvió el cadáver de un hombre que fue flagelado violentamente y crucificado. La probabilidad de que fuera otro hombre y no Jesucristo es la misma que "si sacáramos 52 veces seguidas un mismo número en la lotería". El Salón Dorado del Palacio de la Asamblea acogió ayer el desarrollo de la charla titulada "La Sábana Santa a la luz de la ciencia" que ofreció todo un experto, José Manuel Rodríguez, profesor del Centro Español de Sindonología.

El especialista contó con el apoyo de la presidenta del Instituto de las Culturas, Paz Velázquez y del páter castrense. Su charla, acompañada de un importantísimo soporte videofotográfico, abordó la historia de la conocida Sábana Santa de Turín, la que según establece la tradición católica, sirvió de sudario a Jesucristo y fue testigo de su Resurrección. Manifestó el profesor José Manuel Rodríguez que esta reliquia religiosa de siglos de historia pasó a convertirse en un elemento de estudio científico a raíz de que hace más de un siglo un fotógrafo descubriera con asombro, al revelar una fotografía, que en el negativo aparecía el rostro y cuerpo de un hombre son rasgos similares a lo que la tradición cristiana ha relacionado con los de Cristo.

Numerosos estudiosos y eruditos de todos los campos han realizado investigaciones sobre el sudario en cuestión. Lo que la tela revela es que envolvió el cuerpo de un hombre de 1.80 metros de altura que recibió más de 120 latigazos por todo el cuerpo, que presenta 60 cortes de pequeño tamaño pero profundos alrededor de la cabeza que se estiman fueron ocasionados por un casquete de espinas, y que además sufrió una lanzada en el costado. Todo ello se asemeja a lo que relatan las sagradas escrituras sobre la pasión de Cristo. Desafortunadamente no se han podido extraer pruebas físicas para realizar un estudio de ADN de los restos de sangre y piel que aparecen en la tela, porque no se permitió cuando en 1988 se realizó la prueba del carbono 14 que ofreció unas conclusiones sobre la fecha de la tela, que incluso ha sido cuestionada por sus propios autores. De haberse podido extraer esas muestras se podrían haber comparado con el sudario de Oviedo, que se supone cubrió el rostro de Cristo y en el que se ha podido extraer una secuencia de ADN mitocondrial. El especialista confía que en las próximas investigaciones se puedan realizar pruebas sobre los restos de sangre.

Lo que queda claro para el experto, es que la Sábana Santa no es una falsificación porque sí envolvió un cadáver. Señaló que según cálculos de probabilidad, el que se dieran las mismas circunstancias vividas por Jesús en otra persona "sería la mismas que si saliera 52 veces seguidas el mismo número en la lotería".
"Si fuera realmente la imagen de Jesús, tendríamos la instantánea del Hijo de Dios que murió por amor a cada uno de nosotros y ese, pienso, es el mensaje más importante", señaló.

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J.A.M

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