El Ministerio Público pide tres años de cárcel para tres acusados por estar presuntamente implicados en una pelea entre ellos mismos. Los procesados se acogieron a su derecho a no declarar y los testigos aseguraron que no recordaban nada de lo sucedido. Según el atestado, se enfrentaron en dos fechas distintas en 2014. Tres individuos se enfrentan a la posibilidad de ingresar en prisión por un periodo de tres años. Se les acusa de un presunto delito de lesiones cometido, presuntamente, entre ellos. Los procesados, dos adultos y un joven, se acogieron a su derecho a no testificar. «No declaramos», indicaron a la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2.
Los hechos por los que están acusados tuvieron lugar en dos fechas distintas. Según se recoge en el atestado policial, el 28 de octubre de 2014 los tres individuos protagonizaron un enfrentamiento en las proximidades del puente de Las Palmeras. En esta ocasión, los dos adultos cogieron una piedra para lanzársela al más joven, que entonces todavía era menor de edad.
El segundo enfrentamiento supuestamente tuvo lugar el 18 de diciembre del mismo año. Según el informe policial, los tres acusados volvieron a pelearse al encontrarse en el Puerto Noray. En esta ocasión, los dos adultos presuntamente dieron un botellazo en la cabeza al procesado más joven.
Ninguno los testigos que fueron llamados a declarar a la vista aportaron gran cosa. El primero en prestar declaración fue un agente de la Policía Nacional. «No vimos nada», aclaró. Ellos acudieron al lugar de los hechos tras ser requeridos por la sala, pero no presenciaron los hechos.
Otros dos testigos aseguraron no recordar nada de los hechos. Uno de ellos era el hermano del acusado más joven. «¿No tiene ni un leve recuerdo?», insistió la fiscal. «No, han pasado tres años», argumentó el familiar.
Pese a todo, el Ministerio Público sostuvo su petición de sentencia condenatoria para los procesados. Además de los tres años de prisión, pidió para los individuos una multa de 400 euros. Las defensas, por su parte, reclamaron la absolución de sus clientes al considerar que no existían pruebas suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia de los acusados.
La juez tendrá que decidir.
