Guelaya pedirá a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que incluya el proyecto de renaturalización del río de Oro y sus arroyos en los presupuestos para llevar a cabo la obra en la ciudad. Este será uno de los puntos que la asociación abordará en el encuentro con la responsable del Ministerio de Medio Ambiente que tendrá lugar el 8 de junio. Según sostiene el responsable de aguas de la asociación, Santiago Martín Barajas, la propuesta tiene un coste que rondaría entre los 3 y los 4 millones. El responsable del área de aguas de Guelaya Ecologistas en Acción, Santiago Martín Barajas, en su visita a Melilla adelantó ayer a los medios de comunicación que el próximo día 8 de junio la entidad abordará el proyecto de renaturalización del río de Oro y sus arroyos en un encuentro que la entidad mantendrá con la responsable del Ministerio de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.
Según expuso Martín, en esta reunión pedirán a la ministra que el proyecto sea incluido en los Presupuestos Generales de 2017.
Desde Guelaya Ecologistas en Acción aseguran que el coste de la renaturalización del río es «bastante reducido». Martín afirmó que el presupuesto podría oscilar entre los tres y los cuatro millones, una obra que, según sus propias palabras, «puede asumir el ministerio y podría estar perfectamente lista en un año».
El proyecto que proponen desde Ecologistas en Acción consiste en el bombardeo del agua tratada de la estación depuradora de aguas residuales hasta la cabecera del río de Oro.
«Sólo sería necesario hacerlo desde el campo de golf a la cabecera donde llegaría por la gravedad», exponen desde la entidad medioambiental. De este modo, argumentan que el agua tratada y filtrada no contaminaría los acuíferos y se mantendría el caudal durante todo el año.
Los objetivos
La asociación defiende que con este proyecto se conseguiría un río más seguro, se recuperaría la vegetación y el río cobraría vida. Asimismo, subrayan que las obras no reducirían la capacidad de evacuación del cauce. «Las riberas hormigonadas y lisas aumentan la velocidad de las aguas», para ello, afirman, «es preciso establecer estructuras para frenarlas sin disminuir el caudal, aumentando la protección frente a avenidas e inundaciones».
Entre otras actuaciones, la renaturalización del río de Oro conllevaría una modificación de los márgenes del río con taludes para aumentar la sección en donde sea posible, introducir vegetación autóctona y frenar la velocidad del agua en avenidas e inundaciones.
Las ventajas, según Guelaya
Según subraya Guelaya, este proyecto haría posible la recuperación del río de Oro como espacio público para uso lúdico y deportivo, estableciendo camino peatonal, carril bici y vegetación arbolada desde la cabecera. «Sería sostenible, no sólo medioambientalmente, sino socialmente y económicamente», ya que conllevaría la creación de puestos de trabajo.
