El Ministerio Público reclama tres años de prisión para un hombre procesado por el presunto delito de agresión sexual. La víctima sostiene que el encausado llevaba tres meses acosándola y persiguiéndole por la calle. Afirma que el día de los hechos la sorprendió por la espalda y la agarró del cuello para llevarla a un callejón en el Real, donde, presuntamente, la estampó contra la pared para manosearla, agredirla e insultarla. El acusado asegura que los hechos denunciados son falsos y que está siendo víctima de una trifulca familiar que la querellante habría mantenido con su prima, que es mujer del acusado. Un hombre se enfrenta a la posible pena de tres años de prisión como presunto autor de un delito de agresión sexual. Estos hechos supuestamente ocurrieron el 15 de mayo en la barriada del Real. No obstante, el acusado aseguró ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla que estaba siendo víctima de una «denuncia falsa» orquestada por la tía y la prima de su mujer.
Dos días antes de los hechos llevados a juicio, el 13 de mayo, su cónyuge mantuvo una acalorada discusión con su prima y su tía en la que terminaron llegando a las manos, afirmó el procesado. Según relató, cuando intervino para separarlas, la prima le dijo a su esposa: «Te vas a acordar de mí. Ya verás lo que voy a hacer con tu marido». El hombre indicó que el día de los hechos estuvo trabajando en la frontera y a las 13.00 horas regresó a su casa en Farhana.
Tres meses de persecución
La denunciante, por su parte, expuso que no tenía mantenía ningún vínculo familiar con el acusado. «Me ha estado acosando durante tres meses», sostuvo. Según dijo, el hombre le perseguía cada vez que se encontraban en la calle de forma casual, pero ella no le denunció porque «no pensaba que me fuese a hacer lo que me hizo». Relató que el día de los hechos caminaba por el Real y el procesado la cogió del cuello para llevarla a un callejón. «Me puso contra la pared y me empezó a manosear».
La joven detalló que el encausado le introdujo los dedos en la boca e intentó bajarle los pantalones. Mientras ella trataba de defenderse, siempre según su versión, el hombre la insultó y le propinó una patada y un puñetazo en el estómago. Entonces, un señor pasó por el lugar de los hechos y el acusado huyó, apuntó la querellante. Tras este episodio, siguió explicando la chica, fue a la casa de su hermana y de ahí se trasladaron al Comarcal y luego al centro de salud Alfonso XIII.
La querellante afirmó que, en el caso de que el procesado y su mujer sean familiares, ella no los conocía.
La madre de la víctima
La madre testificó en la vista que su hija llevaba meses quejándose de que el acusado le perseguía. Una semana antes de los hechos coincidieron con el hombre al salir de un supermercado y su hija le indicó que era él: «Le dije que dejara ya a mi hija, que la iba a denunciar», sostuvo la testigo. La madre, por su parte, apuntó que ella no conocía al acusado y señaló que tampoco sabía quiénes eran sus hermanastros. «Si dice que tengo alguna relación con ellos que lo demuestren», manifestó.
La mujer del procesado
También prestó declaración la mujer del acusado para respaldar la versión de su marido. Aseguró que la querellante era su prima y que mantuvieron una trifulca familiar en la que le amenazó con «mandar» al acusado «a prisión». Asimismo, señaló que el día de los hechos el procesado estuvo trabajando por la mañana y al finalizar la jornada laboral regresó a la casa familiar.
Tras escuchar todas las declaraciones, el Ministerio Fiscal sostuvo su petición para el dictado de una sentencia condenatoria. La defensa, por su parte, insistió en que se trataba de un “conflicto familiar” que se había “traducido en una denuncia falsa”. Finalmente, la juez tendrá que decidir.
