La Guardia Civil ha interceptado en un solo día a más de 150 inmigrantes que invadieron las zonas restringidas del puerto comercial de Melilla con la intención, la mayoría, de colarse en los barcos como polizones y llegar a Europa de forma clandestina. Según informó en una nota de prensa la Comandancia de la Guardia Civil, los hechos ocurrieron el miércoles en el interior del puerto de Melilla, y fue necesario reforzar el despliegue de seguridad ante la situación “crítica y peligrosa” que se vivió en el puerto, donde hubo que paralizar los servicios de estiba. Dos de los inmigrantes resultaron heridos por caídas en altura. Esta ‘avalancha’ de polizones en el puerto se produjo por la mañana, cuando más de 150 personas indocumentadas, todas de ellas de procedencia magrebí, lograron acceder por diversos puntos y procedimientos a la zona de seguridad.
Entre los más de 150 inmigrantes interceptados había menores de edad, y la mayoría tenía como objetivo introducirse como polizones en los buques que enlazan el puerto de Melilla con los de la península. Otros, en menor medida, trataron de cometer hechos delictivos, como robos de mercancías en los camiones estacionados en los muelles, para lo que iban equipados con una maza de grandes dimensiones que les fue intervenida junto a una cuerda con un gancho con la que se ayudaban para escalar el muro del espaldón del puerto.
Situación crítica
La Guardia Civil afirma que la situación “fue especialmente crítica y peligrosa” durante la mañana, ya que diversos grupos de inmigrantes accedieron al puerto a la carrera interfiriendo en las labores propias de la estiba de los buques, que requiere la circulación de vehículos de gran envergadura y peso en zonas expeditas.
Según el instituto armado, uno de los inmigrantes, en una “carrera descontrolada” por la zona de seguridad del puerto, estuvo a punto de ser atropellado por un camión al que “literalmente se le echó encima”, si bien el conductor pudo evitarlo “por fortuna y reflejos”.
La “difícil situación” obligó a paralizar los servicios de estiba y reforzar el despliegue de la Guardia Civil en el puerto comercial detrayendo “patrullas de otros servicios esenciales y prioritarios” para “atender la grave situación” que se estaba dando en el puerto comercial, aunque finalmente se logró controlar en el transcurso de la mañana.
La Guardia Civil habla de “difíciles y complicadas situaciones” en el puerto, entre ellas la localización de más de 20 personas que estaban “literalmente enterradas” en camiones cargados con cenizas procedentes de la incineradora, o en los bajos y ejes de vehículos articulados.
Dos de los inmigrantes interceptados resultaron heridos tras sufrir caídas en altura, una desde lo alto de un remolque y otra que cayó al mar cuando trepaba por el amarre del barco en el muelle. Los dos fueron trasladados al hospital, aunque su evolución es buena y se encuentran fuera de peligro.
Situación asidua y sistemática
La vigilancia del puerto comercial de Melilla requiere un “especial tratamiento” por parte de la Guardia Civil y de otras instituciones y servicios al ser “una zona muy sensible”, con “una gran cantidad de recursos materiales y humanos para paliar la grave situación que se da, que es asidua y sistemática”.
