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HISTORIA

De tierras lejanas… Americanos y filipinos en el cementerio de Melilla (y II)

Homenaje a nuestro Ejército en el DIFAS 2017

En la primera parte teníamos la oportunidad de conocer a los militares llegados de lugares como Argentina, Chile y Cuba. En esta ocasión cruzaremos también los mares al igual que hicieran ellos en épocas pasadas para saber algo más sobre los nacidos en Filipinas, Méjico, Panamá, Perú, Puerto Rico y Uruguay. En la primera parte teníamos la oportunidad de conocer a los militares llegados de lugares como Argentina, Chile y Cuba.

En esta ocasión cruzaremos también los mares al igual que hicieran ellos en épocas pasadas para saber algo más sobre los nacidos en Filipinas, Méjico, Panamá, Perú, Puerto Rico y Uruguay. Sus restos reposan entre las encaladas paredes del cementerio de la Purísima Concepción algunos en el interior de los panteones otros en tumbas individuales fuera de los citados mausoleos. He aquí sus nombres:
FILIPINASJosé Fuentes CarlesSegundo teniente del Regimiento de Caballería Cazadores Taxdirt nº 29Manila. Soltero, 22 años; hijo de José y Josefina24 de mayo de 1914; parcela 14.
Manuel García Agulla Capitán de la Policía Indígena De Jolo, nació el 17 de abril de 1890; hijo de Manuel y Josefa Casado con María Luisa Villalba Rubio 26 de julio de 1921 en Monte Arruit; panteón de Héroes.
Pio Usera OrozcoCapitán del Regimiento de Infantería San Fernando nº11 De Ylo (25 de diciembre de 1890); hijo de Fernando y RemediosCasado con Pilar Muñoz Valero9 de agosto de 1921 en Monte Arruit; panteón de Héroes.
Alfredo Marquerie y Ruiz-DelgadoComandante del Regimiento Mixto de ArtilleríaNacido en Manila el 1 de septiembre de 1873.Casado, hijo de Alfredo y Josefa.9 de agosto de 1921 en Monte Arruit; panteón de Héroes.
Bernardo Salgado Fernández de Villa-AbrilleTeniente de Infantería.PilotoManila. De 25 años; hijo de Leopoldo y EugeniaCasado con Emma Wilhelmi22 de agosto de 1923 en Tifaruin; panteón de Aviación.
Joaquín Franco Romero y Álvarez de ToledoSargento del Regimiento de Infantería Ceriñola nº 42Ylo. Soltero, 25 años; hijo de Eugenio y Victoria27 de agosto de 1923; parcela 26.
MÉJICOJuan José Rodríguez ToledanoCaballero Legionario 2ºSoltero, 28 años; hijo de Juan y Petra15 de septiembre de 1921 en Dar Hamed; osario de tropa panteón de Héroes.
Francisco Llovell GalofreCabo Legionario 2ºVeracruz. Soltero, 27 años; hijo de Manuel y Rosa5 de junio de 1923 en Tizzi Azza; parcela 19.
PANAMÁJuan Pérez HerreraCaballero Legionario 2ºSoltero,30 años; hijo de Pedro y Gregoria10 de mayo de 1924 en Sidi Mesaud; parcela 14. PERÚRamón González ArtecheCaballero Legionario 2ºLima. Soltero, 35 años; hijo de Manuel y Quintana25 de agosto de 1924; parcela 19.
PUERTO RICOAntonio Ruiz SchachtPaisano del Gobierno MilitarSan Juan. Soltero, 21 años; hijo de Antonio y Margarita4 de agosto de 1909, por las heridas recibidas en el barranco del Lobo; parcela 9.
José Cerra AndinoPrimer teniente del Batallón de Cazadores de Talavera nº 18.Soltero, nacido el 24 de octubre de 1879; hijo de José e Isabel. Caballero Laureado de San Fernando.20 de septiembre de 1909 en Taxdirt; panteón de Héroes.
Francisco Larrea RodríguezPrimer teniente del Regimiento de Infantería Melilla nº 59San Juan.26 años; hijo de Francisco y Carmen13 de febrero de 1910; galería izquierda.
Serafín Peña GómezAlférez del Regimiento de Infantería Melilla nº 59San Juan. Soltero, 29 años; hijo de Froilán y Amelia9 de noviembre de 1918; osario general.
Dámaso Martín CeperoSuboficial del Regimiento de Infantería África nº 68De 33 años; hijo de Avelino y JuanaCasado con Encarnación Molina González; dos hijos2 de febrero de 1920; osario general.
Juan de Licardo MarínCabo Caballero LegionarioSan Juan. Soltero, 23 años; hijo de Juan y Gloria23 de diciembre de 1921; parcela 19.
URUGUAYMáximo Cajal PérezComandante médicoSan José. De 48 años; hijo de Jorge y MaríaCasado con Josefa Sánchez Remiro; dos hijos2 de abril de 1927; galería militar.
Hasta aquí esta relación de nombres unidos a lugares tristemente recordados como barranco del Lobo, Annual, Monte Arruit, Tizzi Azza, etc. Hombres pertenecientes a distintas unidades, con diferentes empleos, desde soldados a coroneles. Unos murieron por herida de arma de fuego, otros por enfermedades contraídas en Campaña, algunos más conocidos que otros pero todos cubiertos bajo el manto protector de la misma enseña, nuestra Bandera, por la que vinieron a Marruecos, por la que murieron lejos, muy lejos de aquellos pueblos o ciudades que los vieron nacer. Hijos, padres y hermanos que al emprender aquel último viaje dejaron corazones rotos, tan destrozados que sus familiares más directos nunca pudieron olvidarles, su recuerdo permaneció vivo durante generaciones hasta llegar incluso hasta nuestros días.Mucho es lo escrito hasta el momento y a buen seguro se continuará haciéndolo en el futuro sobre lo ocurrido en la zona del Protectorado Español en el norte de África durante el período comprendido entre 1893 y 1927. Estos conflictos bélicos han servido también como base para tesis doctorales como por ejemplo la de Pablo La Porte El desastre de Annual y la Crisis de la Restauración en España (1921-1923).En la que escribe, en más de cuatrocientos folios que:
» La ocupación española en su zona de protectorado se inició de una manera efectiva y continuada a partir de 1909. Con anterioridad a esta fecha, la presencia de España en su zona de influencia se limitó a los alrededores de sus plazas de soberanía, dejando el interior del territorio a expensas de una acción política impensable por entonces. Parece innegable que fueron las agresiones reiteradas de los naturales del territorio, las peticiones de las cabilas vecinas a las plazas españolas, los avances realizados por Francia en su zona y el deseo de demostrar a las naciones europeas el cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos, las razones que decidieron a España a penetrar más profundamente en las regiones del Rif y Yebala, encargándose desde el principio de efectuar aquella tarea tropas peninsulares o indígenas al mando de oficiales españoles»
Finalizar pues con el recuerdo y agradecimiento de todos los españoles y muy especialmente los melillenses que vivieron de forma más cercana y directa todo lo acontecido en suelo africano. Sus historias ocupan un lugar privilegiado en la de Melilla en particular y en la de toda España.

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