Ciudadanos Melilla (Cs) acusó ayer a diversos dirigentes del PP local de actuar “como matones de barrio, amenazando”, y lamentó que “no saben hacer política más que desde la marrullería”. El portavoz de Cs en la Asamblea de Melilla, Eduardo de Castro, se refirió así a las discrepancias que mantienen ambas formaciones por el Caso Abogados, que se está juzgando desde hace unos días, en el que están implicados varios funcionarios de la Consejería de Bienestar Social y su exconsejera, María Antonia Garbín. De Castro puntualizó que ni él ni nadie de su partido han puesto en duda la profesionalidad de ningún funcionario ni tampoco han hablado de la culpabilidad de nadie, algo que deberán decidir los jueces, para los que consideró que “lo más prudente” es que no se haga política con ellos y se les deje trabajar.
“Hay un juicio abierto y hay que esperar a que acabe. No se puede juzgar a la gente y no voy a consentir que pongan en mi boca palabras que yo no he dicho”, insistió De Castro, que pidió al PP local que “tenga cuidado” porque “no vale todo” y hay que respetar a todos, al tiempo que aseguró que ahora se callará “menos que antes”.
Insistió en su opinión de que las declaraciones sobre este tema por parte del presidente melillense, Juan José Imbroda, fueron “una injerencia” en la Justicia.
El líder de Cs en Melilla señaló concretamente al vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Daniel Conesa, y al vicesecretario de Comunicación del PP, Javier Lence, así como a “algunos mariachis aplaudidores que salen en las redes sociales”, a quienes dijo que “el cinismo es proporcional a sus cobardes y mezquinos argumentos políticos”.
De Castro les recomendó que se relajen, ya que a su juicio, en el PP de Melilla están “nerviosos” por los sondeos que apuntan a la estimación de voto en las elecciones autonómicas de 2019, que “no les gustan cuando no les favorecen”.
También les pidió que aprendan a escuchar y negociar, además de comprender que “Melilla no es su cortijo”, algo que “se están creyendo”.
Resentimiento
Por último, negó que actúe con resentimiento en este caso, como ayer apuntó Conesa al recordar que De Castro fue cesado como director del centro de menores infractores por Garbín hace unos años, y afirmó que “sólo a una mente retorcida se le ocurre decir eso”.
