Desde la Delegación del Gobierno afirman que no es cierto que se esté atentando contra algún derecho religioso, sino que lo que se pretende es amparar con una medida excepcional las distintas sensibilidades de la población musulmana melillense para la celebración del Aid El Kebir. A través de un comunicado, insisten en la necesidad de aplicar garantías higiénico-sanitarias en el paso de borregos marroquíes, garantías que exigen que los animales pasen con correspondientes certificados de una explotación ganadera de Marruecos a una de Melilla. Lamentan desde el órgano gubernativo que se pretenda hacer una «manipulación burda e interesada» con «fines partidistas». La Delegación del Gobierno sostiene que es falso que se esté atentando contra algún derecho religioso. Según expuso a través de un comunicado, lo que se pretende es lo contrario. Es decir, proteger «las distintas sensibilidades de la comunidad musulmana de Melilla».
Desde el organismo gubernamental se insistió en que se está haciendo un «uso interesado y torticero» en contra de las medidas a través de las cuales se pretende «favorecer la celebración del Aid El Kebir.
En este sentido, subrayaron la orden ministerial que está en proceso recoge una «medida excepcional» con el fin de dar respuesta a la sensibilidad de algunos sectores de la comunidad musulmana, partidarios de realizar el rito de la Pascua del Sacrificio con un borrego criado preferentemente en el reino marroquí.
«La medida es excepcional puesto que la legislación vigente, sobre todo desde la declaración de la fiebre aftosa en Marruecos, impide cualquier tipo de importación de carne o productos cárnicos procedentes del país vecino».
Por este motivo, recordaron desde Delegación del Gobierno, se decidió autorizar el pase, pero «con garantías higiénico sanitarias», de ganado ovino procedente de Marruecos. «A tal fin, con el objetivo superior se garantizar la legalidad de la importación, se exige que el ganado pase con el correspondiente certificado sanitario, de una explotación ganadera marroquí a una melillense y que llegue en un transporte autorizado», aclararon. En este sentido, apuntaron que los requisitos son idénticos a los exigibles para la importación del ganado ovino peninsular.
“No es capricho”
Insistió el órgano gubernativo en que la medida adoptada no es «ningún capricho ni ningún empecinamiento arbitrario» que parte de la Delegación de Melilla, sino una consecuencia «del imperio de la ley».
Defendió que hay que proteger los intereses de la ganadería española, que podría verse «gravemente perjudicada» si España quedase descatalogada como territorio libre de fiebre aftosa a causa de una importación irregular de borregos.
«Es falso que desde esta Delegación del Gobierno o desde el Gobierno de la Nación se esté atentando contra las tradiciones o los derechos religiosos de los musulmanes melillenses», mantuvieron en el comunicado. «Si de algo se puede acusar al Gobierno de la Nación es de haber promovido una medida excepcional que ampliara las opciones de compra de ganado ovino por parte de los musulmanes melillenses».
Al respecto, zanjó la polémica asegurando que desde CPM se está haciendo una «manipulación burda e interesada» con fines partidistas, «sin reparar en el daño que puedan hacer a la normal convivencia entre las distintas comunidades religiosas y culturales de la ciudad».
