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Los Cursos de Verano llegan a su fin tras gozar de una alta participación

Un numeroso público asistió ayer a la última jornada de los Cursos de Verano
(Autor: Guerrero)

Se despiden los Cursos Internacionales de Verano hasta la próxima edición, que ya será la número 27. Según la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, y el director académico Manuel Ruiz Morales, los organizadores están muy satisfechos por la alta participación de este año, en el que se han abordado cuestiones como Europa frente a los nuevos retos, el papel de las mujeres como mediadoras en conflictos o la realidad de las instituciones penitenciarias. Afirman que a partir de septiembre comenzarán a trabajar de cara a los cursos del próximo año.

Los Cursos Internacionales de Verano, que este año han celebrado su vigésimo sexta edición, ayer tocaron a su fin. Se despiden hasta el año que viene después de finalizar ayer el último de sus seminarios: ‘La relación laboral de la persona libre y privada de libertad: problemática actual’.
Un curso que ha estado coordinado por Juan Rafael Benítez Yébenes, magistrado de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga y juez de Vigilancia Penitenciaria de Melilla. Ha contado, a su vez, con ponentes de la talla del ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; el subdirector general del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), Jesús Barroso; la magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, Milagros Calvo; o el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste.

Alta participación
Como destacó ante los medios de comunicación la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, tanto este último seminario como el resto de los incluidos en los cursos veraniegos de este año han conseguido suscitar un importante interés, lo que se ha traducido en una alta participación y en una gran satisfacción por parte de los organizadores.
Apuntó también Manuel Ruiz Morales, director académico de los cursos, que en breve se comenzará a trabajar de cara a la vigésimo séptima edición de esta cita intelectual y cultural, para lo que van a tener muy en cuenta las propuestas planteadas en las encuestas que rellenan los alumnos de los seminarios una vez que llegan a su fin.
Mohatar agradeció que, a través de estos cursos, Melilla se convierta en un «centro neurálgico» en el que se dan cita profesionales de alto prestigio para abordar temas de rabiosa actualidad. «Melilla es un punto importante y de interés en el calendario del país», aseguró la consejera. Por eso, respaldó que será a partir de septiembre cuando se empiece a trabajar en la próxima edición.

“La pena de prisión es una amarga necesidad social”
Los trabajos en beneficio a la comunidad son una alternativa para evitar que personas condenadas con penas bajas sean encerradas en prisión. Así lo expuso ayer el catedrático de la UGR Lorenzo Morillas, uno de los encargados de cerrar con su ponencia el seminario ‘La relación laboral de la persona libre y privada de libertad: problemática actual’.
«A las penas que van de seis meses a tres años se le pueden buscar alternativas. Entre ellas está la pena de trabajos en beneficio de la comunidad», señaló. Según expuso, esta suelen cumplirla aquellas personas que han cometido delitos contra la seguridad vial, de violencia de género o patrimoniales.
Recordó que fue en 1995 cuando se contempló en el Código Penal la posibilidad de sustituir el ingreso en prisión por esta clase de castigo, que debe contar con el consentimiento del penado. «Sino sería trabajo forzado y eso es anticonstitucional», apuntó el catedrático.
Este tipo de trabajos tampoco pueden ser retribuidos, señaló Morillas. «No puede ser alternativa al trabajo porque, de lo contrario, entraría en conflicto con el mercado de trabajo», aclaró. Según expuso, para su cumplimiento los centros penitenciarios suelen firmar convenios con la Administración.
Por su parte, el catedrático reflexionó que donde se había «fracasado» era en la búsqueda de alternativas al ingreso en prisión para las penas largas. «Seguramente, porque no haya alternativas. ¿Qué hacemos con una persona que viola o asesina?», se preguntó. A este respecto, manifestó que la pena de prisión es «una amarga necesidad social difícil de buscarle alternativa» en los casos de las penas más prolongadas en el tiempo.

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Irene Quirante

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