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Usa un cúter para rajar el brazo a otro hombre y le reclaman cuatro años de prisión

La ambulancia fue requerida para atender al perjudicado por las lesiones

Un hombre se enfrenta a cuatro años de prisión por ser el presunto autor de un delito de lesiones, cometido según el escrito acusatorio de la Fiscalía el 16 de julio en la calle General Villalba. Supuestamente usó un cúter para agredir a otro individuo, al que ocasionó una raja en el brazo. Según expuso el procesado en el juicio, no sabe si fue él o no la persona que causó la herida al perjudicado porque estaba bajo los efectos del alcohol y había varios individuos involucrados en la pelea. Tampoco reconoció que hubiese usado un cúter, aunque admite que tenía una botella de cristal. El Ministerio Público reclama cuatro años de cárcel para un individuo por usar un cúter para herir a otro hombre, según sostiene en su escrito acusatorio. Estos hechos supuestamente ocurrieron en torno a las 9.00 horas del 16 de julio, en la calle General Villalba.
El procesado por el presunto delito de lesiones compareció el jueves en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla. Afirmó que no sabía si él había sido o no el autor de dicha agresión. Según explicó, él peleó con el perjudicado, que iba acompañando de otros dos individuos. “Íbamos bebidos”, recordó. Según expuso, todos los participantes en la pelea llevaban armas. En su caso no reconoció que portara un cúter, sino una botella de cristal en la mano.
Insistió el encausado en que el día anterior a la pelea él mismo había denunciado al perjudicado por haberlo agredido con botellas de cristal y palos de madera. Sin embargo, carecía de parte de lesiones.
El denunciante, por su parte, explicó que conocía al acusado “de vista” por la ‘Yutía’. “Me agredió con un cúter. Lo sacó del bolsillo, me intentó dar en la cara pero lo evité con el brazo. Luego lo tiró al suelo y huyó”, relató el perjudicado. Según sostuvo, dos amigos suyos fueron tras el encausado al ver la agresión, mientras él se quedó pidiendo auxilio.

Las autoridades
Un agente de movilidad estaba gestionando el tráfico cuando, según testificó en sala: “Vimos a un hombre y detrás a otros dos que gritaban ‘asesino’ mientras le seguían”. El encausado llevaba consigo una botella de cristal, sostuvo en la sala. El agente se entrevistó con las partes y, según apuntó, la víctima le contó que había sido agredido con una navaja. “Llevaba una herida bastante grande”, señaló. Según apuntó, tanto el procesado como el perjudicado tenían claros síntomas de estar bajo la influencia de el alcohol.
Tras la entrevista, llamó a la ambulancia y solicitó una patrulla de la Policía Local.
Uno de los policías que fue requerido explicó en el juicio que el propio detenido comentó que había denunciado al perjudicado por un robo y que, al encontrarlo esa mañana, se acercó a él para pedirle los objetos supuestamente sustraídos. “Nos decía que no recordaba haberlo agredido, que él se intentaba defender”, expuso el agente, que aclaró que el procesado no presentaba lesiones.

Conclusiones
Aunque para la fiscal había quedado suficientemente claro que el procesado era el autor del delito de lesiones, el letrado de la defensa alegó que no se habían dado elementos suficientes como para desvirtuar la presunción de inocencia de su representado.
La juez tendrá que decidir: condena o absolución.

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Irene Quirante

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