La buena noticia la protagonizó el lateral portuense Álex Cruz, que después de haberse recuperado de su entesitis en el abductor mediano izquierdo y de haber llevado a cabo ciertas tareas de readaptación, ya se ha incorporado al trabajo con el resto de sus compañeros. En la U.D. Melilla no hay días de fiesta. Así, ayer continuó el trabajo de los azulinos en un intenso entrenamiento que se prolongó por cerca de dos horas. El horizonte es amarillo y los jugadores unionistas ya no hacen otra cosa que pensar en traerse los tres primeros puntos de vuelta a casa.
La sesión del martes se desarrolló sobre césped sintético, lo que se repetirá a lo largo de la semana para que los jugadores estén lo mejor adaptados posibles a esta superficie. El Anexo del Estadio de Gran Canaria es de este material y Herrero quiere que la adaptación de sus jugadores al mismo sea óptima. Ayer tocó La Espiguera, pero hasta el viernes lo harán sobre el verde de La Cañada. Mientras tanto, la hierba del ‘Álvarez Claro’ reposa, dado que este año hay que guardarla en las mejores condiciones para respetar y favorecer el estilo de juego que quiere promulgar este míster.
El entreno comenzó con un trabajo de carrera interválico, seguido de unos rondos y algo de activación con balón. Justo después, Herrero elevó el nivel de exigencia e intensidad con un ejercicio en espacio medio, finalizando la sesión con otros en espacio pequeño.
La buena noticia la protagonizó el lateral portuense Álex Cruz, que después de haberse recuperado de su entesitis en el abductor mediano izquierdo y de haber llevado a cabo ciertas tareas de readaptación, ya se ha incorporado al trabajo con el resto de sus compañeros. Será Manolo Herrero el que decida si el estado de forma del zaguero es el ideal para viajar a Gran Canaria. A priori, el técnico iliturgitano no contará con más bajas para este partido que la de Nacho Aznar, que acarrea un encuentro de sanción de la temporada pasada, por acumulación de tarjetas amarillas.
