Inmediatamente después de los atentados, la maquinaria propagandística de DAESH se puso en marcha a través de las redes, instando a sus seguidores a perpetrar más ataques en territorio español. El uso “innovador” de vehículos convencionales para perpetrar atentados se ha convertido en la seña de identidad del grupo terrorista durante este último año y supone un desafío operativo para las fuerzas de seguridad. Dentro de los llamamientos a aumentar las acciones violentas contra España, Ceuta y Melilla ocupan un puesto preferencial, lo que obliga a ciudadanos y fuerzas políticas a rechazar frontalmente la promoción de la violencia y la confrontación religiosa.
Tras los atentados del jueves en Barcelona y Cambrils, cuya autoría fue reclamada por el autodenominado Estado Islámico a través de su agencia de noticias “Amaq News”, la maquinaria de propaganda de DAESH se puso en marcha a lo largo del viernes para instar a los seguidores del grupo terrorista a incrementar las actividades violentas en territorio español. Los adláteres del grupo terrorista continúan vertiendo amenazas en las redes, que se suman a las ya recibidas a lo largo del año, especialmente centradas en “la recuperación de Al-Andalus, Ceuta y Melilla”.
La agencia de noticias pro-DAESH, “Nashir News”, hizo un llamamiento a los “fieles” para que llevasen a cabo más ataques con vehículos, los cuales, en el último año, se han convertido en la seña de identidad del grupo terrorista en sus atentados en Occidente, por encima de los atentados con bomba, arma de fuego o arma blanca, debido principalmente a la conjunción de factores logísticos que facilitan la comisión de los atentados, como son: disponibilidad, escasa necesidad de planificación, y bajo coste, sumados a una gran capacidad destructiva, que aumenta conforme aumentan las dimensiones del vehículo.
Aunque la primera muestra directa que recibimos de este nuevo “modus operandi” en Occidente se remonta al atentado en el mercado navideño de la Breitscheidplatz, en Berlín, lo cierto es que el grupo terrorista viene desarrollando un uso “innovador” de los vehículos convencionales desde su primer “gran golpe”, la toma de Mosul en 2014, donde se utilizaron camiones cargados de explosivos para desarticular la defensa de la ciudad.
Dentro de los llamamientos a aumentar las acciones violentas contra España, Melilla ocupa frecuentemente una posición preferencial, y dada la naturaleza y las dimensiones de las amenazas a las que nos enfrentamos, todos los ciudadanos y fuerzas políticas melillenses debemos luchar al unísono contra la promoción de la violencia, la radicalización y la crispación religiosa, aunando voces en contra de la efervescente actividad propagandística de aquellos que alaban la comisión de actos aberrantes y desproporcionados como los acaecidos en Cataluña.
La barbarie de DAESH va más allá de los atentados.
Desde el mensaje de Abu Mohamed Al Adnani, en 2014, instando a sus seguidores a “llevar el terror a los vecindarios de los cruzados, hasta que unos tengan miedo de los otros”, se han producido dos fenómenos, por un lado, la diversificación en los métodos de acción terrorista y, por otro lado, una ampliación del concepto de “objetivo”, que pasa a incluir hombres, mujeres y niños de cualquier edad y confesión, sin distinciones de ningún tipo, englobando a todos los que vivimos en los territorios “usurpados al islam”.
