La operación se inició en los meses de abril y mayo del año en curso, al llevarse a cabo dos actuaciones fiscales en torno a unas mercancías transportadas en contenedores procedentes del continente asiático y que arribaron al puerto de Melilla. Las actuaciones se efectuaron como consecuencia de la investigación de las Unidades de Análisis de Riesgo de la Agencia Tributaria y la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (ODAIFI) de la de la Guardia Civil de Melilla. Tras el análisis de los riesgos previos, se determinó la apertura de ambos contenedores y el reconocimiento físico de las mercancías declaradas.
Inspección
Una vez realizada la apertura del primer contenedor y la inspección física de la mercancía declarada (ropa, alfombras y calzado), se detectaron ochenta bultos que contenían más de 40.000 prendas con logotipos y diseños de reconocidas marcas susceptibles de ser falsificadas.
En el segundo contenedor, lo mismo que en el primero, se localizaron 1.969 cajas, que contenían casi 15.000 zapatillas que tenían también el logotipo, marca y diseño de diferentes marcas comerciales de reconocido prestigio comercial, posiblemente falsificadas. En ambos casos se concluyó su intervención cautelar para determinar las posibles vulneraciones de los derechos de la propiedad industrial.
De las gestiones realizadas con los representantes legales de las marcas en España y las pruebas periciales realizadas, se ha constatado finalmente la supuesta falsedad de los productos intervenidos.
Intención final
El destino final de la mercancía falsificada intervenida presumiblemente hubiese sido la venta en diversos establecimientos de la ciudad, así como su posible salida para la venta en Marruecos.
La importadora de la mercancía, una mujer de nacionalidad China, ha pasado a disposición judicial investigada como supuesta autora de un delito contra la propiedad industrial, quedando la mercancía intervenida depositada a disposición de la Autoridad Judicial que entiende del caso.
