Volvemos a recuperar por segundo año consecutivo los "Recuerdos Patronales", momentos vividos y comentados en la prensa local por quienes tuvieron la gran suerte de vivirlo en primera persona. Merecen ser recordados y leídos de nuevo para el enriquecimiento de todos. Los melillenses podemos estar muy orgullosos de nuestra historia y sobre todo de nuestra Patrona, la Virgen de la Victoria, Alcaldesa Perpetua de la Valerosa, Humanitaria y Muy Caritativa Ciudad de Melilla. Unos meses tan solo separan estas fiestas patronales de un día que Melilla celebró por todo lo alto como la ocasión lo merecía. Mediaba el mes de junio del año de 1948 cuando los melillenses tuvieron la oportunidad de ver coronada a su Patrona, a su querida e idolatrada Virgen de la Victoria, la Madre y Señora de todos.
Veamos pues en estos últimos Recuerdos Patronales de 2017 cómo fueron los festejos de 1947, los últimos también que se realizaron antes de la Coronación Canónica de la Virgen de la Victoria:
7 de septiembre de 1947
Melilla, piadosa y tradicional
La próxima coronación canónica de la Santísima Virgen de la Victoria excelsa Patrona de la Ciudad
Enrique Moya Casals
Tiene Melilla en la cumbre del vetusto Peñón, un histórico santuario de la fé, donde desde siglos se venera con profunda devoción la sagrada imagen de la Victoria
Resplandores de la toma de Málaga por los Reyes Católicos que bajo la égida de la Virgen de la Victoria se hizo la reconquista, llegaron al entonces reducidísimo perímetro de Melilla, entronizándose la devoción. Resplandores de la conquista de Orán por el gran Cardenal Cisneros también al consagrarse el templo bajo la advocación de la Virgen de la Victoria, dieron igualmente origen a patentizar y exaltar esta devoción mariana. Resplandores de la batalla naval de Lepanto, igualmente llenaron de amor los corazones de los militares y vecinos del Peñón, que convivían entre los baluartes en defensa y sostén de la soberanía de España en estas costas africanas y por el Triunfo y Victoria de Lepanto quedó definitivamente Melilla en ansias espirituales de fé católica, por Santa María de la Victoria.
Luego, el fervor del Mariscal político-militar, don Antonio Villalba y Angulo, hijo de Orán y que mandó largos años las tropas del Peñón, determinó el 3 de febrero de 1756, proclamar Patrona de Melilla a Santa María de la Victoria con estas memorables palabras de juramento y firmeza: "Promete y jura esta plaza, sus naturales moradores y vecinos por si y en nombre de sus familias la perpetua firmeza del voto de Patrona a María Santísima. Nuestra Madre y Señora de la Victoria. ratificando el antiguo nombramiento y legítima posesión en que está de este título, según el modo en que queda expresado? – ¡ Si, juramos! Esta es en síntesis la historia de esta sacratísima imagen.
Desde aquellos remotos tiempos la población melillense ha testimoniado en todo momento su profunda devoción a su gloriosa y celestial Patronal. Sería prolijo enumerar hechos prodigiosos milagros, especialísimos favores que el pueblo de Melilla atribuyó siempre a su Madre y Protectora Santa María de la Victoria. Luchas y asedios: pestes, largas vigilias oleando el horizonte marino, en espera de la ansiada embarcación con víveres y repuestos de guerra. A su templo acudían los capitanes y solicitaban su protección y amparo ; a su altar retornaban los caudillos en veneración, llenos de gratitud. Así una vez y muchas, hasta que el día 1 de julio del año 1936, Santa María de la Victoria, ampara y proteje milagrosamente aquel grupo de esforzados militares que en nombre del Generalísimo Francos se alzaron en arrogante y noble rebeldía, contra el poder detentador de los valores auténticos de nuestra siempre amada España.
Por eso Melilla, previa la venia del Excmo. Sr. Arzobispo de Granada, don Balbino Santos Olivera, que como se sabe rigió hasta hace poco la Diócesis de Málaga, se dispone a festejar extraordinariamente a la Virgen de la Victoria. Ya su Santidad Pio II, felizmente reinante, otorgó el correspondiente Breve Apostólico, y se espera uno de los primeros meses del año venidero, la solemnísima y emocionante ceremonia de la coronación canónica de Santa María de la Victoria Patrona de la Ciudad.
Pregón de fé católica
¡¡Melilla por Santa María de la Victoria!!
Por "EL VIEJO CENTURIÓN"
De nuevo el pueblo católico de Melilla conmemora mañana el Santo Nombre de la Virgen de la Victoria. Patrona de esta ciudad, en manifestación acendrada de amor, cariño y veneración a tan celestial Señora.
Pero esta vez o por mejor decir en este año sin duda alguna por especial providencia de Dios será la última en que se vea manifiesta la imagen milagrosa de nuestra Virgen sin la corona, ya autorizada por nuestro Santísimo Padre reinante Pío XII, honrando así con tan preciadísimo privilegio el anhelo de este pueblo.
Por ello es de esperar que sin distinción de clases, edades y condiciones la ciudad católica de Melilla participe con su presencia humana y espiritual al acto solemnísimo que se ha de realizar en la tarde de mañana desde la Capilla Castrense acompañando en su recorrido la bendita y preciosa imagen de Nuestra Santísima Patrona, honra, orgullo y esperanza de todos los melillenses.
Porque no en balde Melilla, el pueblo católico de Melilla. Que tantas pruebas viene dando de fe en Dios y en su sacratísima Madre, sabe tener en cuenta y presente en su memoria los hechos relevantes, de toda su historia; su gesta guerrera, los triunfos victoriosos de las armas españolas en aquellos momentos de expansiva alegría, así como también los instantes de apuros y peligros en los que se vió rodeada y de los que salió salvado indemne merced al amparo maternal de Santa María de la Victoria la Virgen su Patrona.
¡Es obligada nuestra presencia en el acto de mañana como son obligadas nuestras oraciones y súplicas en el homenaje que se le ofrece a tan queridísima Madre para demostrarle el agradecimiento de hijos buenos!
Como preparación de los espíritus para el magno acontecimiento que se avecina de la coronación canónica de nuestra Señora de la Victoria, es deber de todos, acudir en apretado haz de hermandad cristiana a la procesión de este día, considerando como preludio de este ofrecimiento que se le va a hacer la presencia fervorosa y sentida de cada uno en este acto aprovechando esta bendita ocasión para interesar de la Señora nos conceda el ver realizada esta aspiración de nuestros corazones agradecidos.
Es necesaria nuestra asistencia en enfervorecida demostración de fe que es amor en el recorrido que ha de hacer la excelsa Patrona por las calles céntricas de esta ciudad a la que tanto ama y proteje.
'Elevemos melillenses católicos al paso de la bendita y milagrosa imagen nuestros pensamientos y nuestros corazones para decirla:
¡Soberana Reina y Madre de la Victoria! Aquí tienes ante tu celestial imagen al pueblo de Melilla a quien tantas muestras tienes dadas de tu especial predilección; mira Señora nuestra con ojos de piedad a todos tus hijos que imploran de Ti clemencia y misericordia, rogándole nos colmes de bendiciones y que por tu mediación beatísima nos concedas del Señor que veamos en un próximo e inmediato mañana luciendo la corona que todos sin excepción, te ofreceremos como obsequio humilde y desinteresado de amor y filiar veneración!.
¡A ti Santa María de la Victoria. Patrona de este pueblo de Melilla te sea dada toda Honra y Gloria!.
9 de septiembre de 1947
La solemne función religiosa en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Victoria, excelsa Patrona de la ciudad
Como se había anunciado ayer, a las diez y media de la mañana tuvo lugar en el histórico templo de la Purísima Concepción una solemne función religiosa en honor de la excelsa Patrona de la ciudad la veneradísima Virgen de la Victoria.
Concurrieron las autoridades, el Ayuntamiento bajo mazas, Jefes de Cuerpos y Unidades, la Asociación de la Virgen de la Victoria, otras organizaciones religiosas y numerosísimos fieles, viéndose el templo totalmente ocupado.
S.E. el General Jefe del Cuerpo de Ejército del Maestrazgo ocupó un sitial al lado del lado del Evangelio, acompañado del Coronel Jefe de Estado Mayor, señor González Pons y Ayudante, Comandante García Martínez. En otros lugares de la presidencia se hallaban SS.EE los Generales señores Cayuela, Arias, Sánchez, Fuensanta, Ponte y Álvarez Entrena; S.E. el Delegado del Gobierno, señor Pueyo González; Alcalde señor Álvarez Claro; Coronel Jefe de Aviación, señor García de Veas; Comandante de Marina accidental, señor Estrella; Subdelegado de Hacienda señor Martínez Hinojosa; Presidente de la Asociación de la Virgen de la Victoria señor Marfil García; Delegado de Trabajo señor de Gregorio Harold; Jefe local del Movimiento señor Lorenzo y otras representaciones.
En el lado de la Epístola, se encontraban el Vicario Arcipreste Canónigo Chautre de la Catedral de Málaga, señor Carrasco, y Capellán Castrense señor Rodríguez Castro.
Oficiaron en la ceremonia; de Preste el Padre Manuel de Pedrera; de Diácono el Padre Jesús de Pedro Abad y de Subdiácono el Padre Cristóbal de Villaviciosa.
Integraban el coro que dirigió la señora doña Teresa García y en el que actuó de pianista la señorita Amelia Gestoso, las señoritas de Alfonso, Remedios, Beltrán, Maruja y Magdalena Carmona, Pili y Amelia López, Elvirita García, Carmencita y Elvirita Aguayo, Matilde González, Carmencita López Polaina, Carmela y Angelita Corbalán, Carmita Valverde y Carmen Moreno.
Ocupó la Cátedra del Espíritu Santo, el elocuente orador sagrado Reverendo Padre Roberto de la Cruz, el cual comenzó su brillante disertación con las palabras del prefacio de la Misa: verdaderamente os digo que demos gracias a Dios por la Virgen de la Victoria. Y luego saludar a los ministros del Señor y excelentísimas Autoridades continuó su disertación, tan admirable como la de los anteriores señores del Novenario, para decir que mientras leía la historia de Melilla le parecía escuchar dos palabras cifra y suma de aquellos gloriosos hechos; una que bajaba del Cielo benéficos; otra que del Peñón de Melilla subía al Cielo gracias Beneficios y gracias compendio de la historia de Melilla conquistada por la bravura y duro sacrificio de nuestros padres y conservada merced a la especial providencia de la Virgen de la Victoria.
A continuación amplifica con ejemplos en las múltiples ocasiones en que pestes, desiguales batallas, cercos de corsarios de tierras y mar, etc. experimentaron nuestros antepasados la protección evidentísima de la Virgen de la Victoria. Continúa diciendo el Reverendo Padre Roberto que a esa lluvia celeste de beneficios corresponde el cántino perenne de acción de gracias. Y para hacer mejor entender lo que es la acción de gracias explica con ejemplo muy vivo los elementos que lo integran haciendo un símil precioso en el pobre a quien se le da limosna. Dice a continuación que asi entendido el beneficio es fácil comprender el agradecimiento que es su adecuada respuesta: mente, corazón y obras han de ser los elementos integrantes de un perfecto agradecimiento, Y sigue Padre Roberto diciendo que si pues Melilla ha experimentado cómo Dios por María se ha preocupado de Ella, como le ha perdonado sus pecados y como mil veces la ha hecho objeto de sus favores; Melilla debe pensar, debe de obsequiar a Dios por María.
Y para ello concluyó el elocuente orador sagrado con una fervorosa peroración a base de esta sentencia: digamos de nuestra fe católica; y si vivir es obrar obramos en conformidad en ella.
Da fin a su hermoso, bello y emotivo sermón, con una fervorosa oración a la Virgen de la Victoria por Melilla y el Ejército de España.
