Ante esta situación algunos han optado por los corderos peninsulares, otros por comprar piezas de carne por kilos en los establecimientos de la ciudad y un número muy considerable de musulmanes iniciaron ya el jueves un éxodo hacia Marruecos para sacrificar allí los borregos con amigos o familiares o incluso hay quien ha preferido donar el importe del animal a familias necesitadas o países con hambruna. Un año más se ha vuelto a desatar una considerable polémica con motivo de la celebración de Aid el Kebir, o Fiesta del Sacrificio, la festividad religiosa más importante del calendario musulmán. Por segundo año consecutivo no se han importado borregos procedentes de Marruecos. En 2016 la prohibición se produjo por la epidemia de fiebre aftosa declarada en los países del Magreb, Argelia, Túnez, Mauritania y Marruecos. Este año y en base a las protestas que se produjeron la pasada anualidad, la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno consiguieron que el Ministerio de Agricultura estableciera una excepción para Melillla consistente en una orden ministerial que contemplaba una serie de requisitos que, al no cumplirlos nadie, ha provocado que no entrara ni un solo animal a la ciudad desde el país vecino, ya que ninguno de los tres ganaderos que podían importarlos ha optado por esa opción, ni los particulares han podido tampoco pasarlos en sus propios vehículos o por otros medios como se venía haciendo por costumbrismo en épocas pasadas.
La situación ha provocado una fuerte polémica, -que días e incluso semanas atrás generó momentos de crispación y protestas a través de caravanas automovilísticas y manifestaciones- que a nada ni a nadie beneficia en la ciudad y que habría que evitar en el futuro en pro del respeto, la armonía y la convivencia que con tanto orgullo hemos llevado siempre a gala los melillenses.
En la jornada de ayer algunos optaron por los corderos peninsulares, otros por comprar piezas de carne por kilos en los establecimientos de la ciudad y un número muy considerable de musulmanes inició ya el jueves un éxodo hacia Marruecos para sacrificar allí los borregos con amigos o familiares o incluso hay quien ha preferido donar el importe del animal a familias necesitadas o países con hambruna.
El Aid el Kebir, como indica la tradición, arrancó con el multitudinario rezo colectivo en la explanada colindante con el Acuartelamiento Millán Astray, con unas oraciones que hacen de antesala a la ceremonia del sacrificio de los animales. Se trata de una conmemoración que en la primera de las tres jornadas en que suele desarrollarse, se van jalonando, en primer lugar, las reuniones entre familiares, aunque los encuentros se extrapolan con el paso de los días a los amigos y vecinos, al objeto de compartir momentos de fraternidad y hermandad, entre los que destaca la solidaria tradición de la entrega de una parte de la carne del animal sacrificado entre las personas más necesitadas.
La gran fiesta del colectivo musulmán como es el Aid el Kebir se basa en la demostración de fe de Abraham, aceptando el reto que le impuso Dios de sacrificar a su primogénito Ismael, en la ciudad de Minan, ahora tierra santa de La Meca. Pero el arcángel Gabriel, por imperativo divino, según las sagradas escrituras, detuvo en el último momento al siervo de Dios y le ofreció un cordero para que lo sacrificara en lugar de su hijo.
MELILLA HOY, un año más se suma a las felicitaciones y mejores deseos para todo el colectivo musulmán en el Aid el Kebir.
