Melilla es una de las ciudades con más empleadas de hogar por familia, con 1562 dadas de alta (según el Instituto Nacional de la Seguridad Social) y muchas más en situación ilegal. Es por ello que se ve directamente afectada por la no prorrogación de la bonificación a las cuotas de la Seguridad Social, que había sido establecida por el gobierno para todos aquellos empleadores que diesen de alta a una empleada del hogar por primera vez.
El Gobierno Central ha acabado con el 20% de descuento sobre la cuota de la Seguridad Social que debían pagar los empleadores que daban de alta por primera vez a trabajadores dentro del sistema especial para empleados de hogar.
Esta medida ha quedado sin efecto al no incluirse la prórroga de la referida bonificación del 20% en la última ley de presupuestos, presentada este verano.
Situación local
En Melilla el sector de las empleadas del hogar, que son mayoritariamente extranjeras, está muy arraigado en la población, y hay dadas de alta en la Seguridad Social un total de 1562 personas, según los datos oficiales aportados por el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social). A este número de empleadas del hogar han de añadirse otras tantas que continúan trabajando en “negro”, inmersas en la boyante economía sumergida local.
Consecuencias
Dada esta realidad, toda medida que tenga relación con la situación de las empleadas del hogar tiene un especial impacto en Melilla. Si bien esta bonificación sobre la cuota sería sólo aplicable a aquellos empleadores que hubieran contratado a una empleada del hogar por primera vez, es esperable que se produzca un impacto significativo sobre el coste que deban asumir las familias melillenses que tengan empleadas del hogar.
Como consecuencia directa de este recorte en las bonificaciones aplicables a las cuotas de la Seguridad Social, cabe esperar una disminución de la necesaria salida a superficie del abundante mercado laboral ilegal, que es ya endémico de este sector.
