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El rincón de Aranda

Una pincelada de nuestra historia (17.09.1497)

Ahora que estamos en fechas tan señaladas, como fué la Conquista de nuestra ciudad, es muy interesante que recordemos, como he titulado este artículo, con una pincelada de nuestra Historia, lo ocurrido a finales del siglo XV, en las murallas de nuestra ciudad.
Aquí en Málaga, como en Melilla, existen sendas calles con el nombre de Hernando de Zafra. En nuestra ciudad está situada perpendicular con la de un Héroe: Ibáñez Marín; y la de Málaga paralela a la del Cristo de la Epidemia. Como saben Hernando, o Fernando, de Zafra, fue el responsable de firmar, a nombre de Fernando el Católico, las Capitulaciones de Alfacar, en 1491. Siendo igualmente el principal negociador de la rendición de Granada por parte cristiana, junto con Gonzalo Fernández de Córdoba. También mantuvo siempre bien informados a los Reyes Católicos, de todos los asuntos concernientes sobre Melilla y todo el Norte de África. En carta de 25.09.1494, y dirigida a los Reyes por el propio Zafra, les comunica: “(…) A legua y media de la fortaleza de Cazaza hay una tierra que se dice el Geber, señora de todas esas tierras y que hará que todos los alábares de aquella comarca sirvan a Vuestras Altezas”. En aquéllos días Pedro de Medina describía el despoblamiento de Melilla: “(…) Como el rey D. Fernando fuese avisado desto, mandó al Comendador Martín Galindo, que pasase a África, y saltase con gente de tierra, y andoviese el circuito de Melilla, y lo mirase bien y trajese relación dello. El cual fue como la vio tan asolada y destruida, y viese tanta multitud de moros alábares que moraban a la redonda, parecióle que si se poblara que antes sería carnicería de cristianos que población dellos”.

Todo esto hizo que los Reyes Católicos perdieran el interés por la conquista de Melilla. Pasando este interés a la Casa Ducal de Medina Sidonia.

Pedro de Medina en su “Crónica de los Muy Excelentes Duques de Medina Sidonia” dice:
“Don Juan de Guzmán, Duque de Medina Sidonia, cuando esto supo, como él fuese muy valeroso y deseoso de servir a Dios en la guerra contra los moros, parecióle que si él poblase aquella cibdad, que podría desde allí hacer guerra continua a los moros y ganarles mas pueblos en África y por ventura sería principios para que se ganasen aquellos reinos de Granada, y seria grande utilidad y provecho destos reinos de España, tener en África una cibdad como Melilla, porque si algunos navíos con tormenta e de otra dieran en la costa de África, supiesen que tenían allí donde se recoger, y así mismo para que muchos captivos cristianos se vendrían a amparar y defender en aquella cibdad, y finalmente no habían de sufrir los cristianos no teniendo moros en España con quien pelear, de no emprender conquista en África, y para esto sería bueno tener un pueblo y puerto seguro donde desembarcar. Y para ganar la cibdad de Fez, estaba allí mejor aparejo que por ninguna parte, por razón de la falta de agua que los cristianos podían tener y por allí hay un río donde mucha parte del camino les podía servir de agua, sin tener della necesidad”.

El Duque de Medina Sidonia manda a D. Pedro de Estopiñán acompañado de Francisco Ramírez de Madrid. La participación de este último en la exploración de Melilla, sobre el terreno vio las posibilidades de reconstruir la ciudad. Según Lorenzo de Padilla en su “Crónica de Felipe II, El Hermoso”, el que acompañó a Estopiñán fue el Capitán de Artillería, D. Ramiro López.

Algunos historiadores opinan que los barcos que se emplearon en la conquista de Melilla, eran los destinados al nuevo viaje que debía realizar Cristóbal Colón, cosa que irritaba a éste, y muy amargamente se quejaba de ello. Pero lo que verdaderamente hizo el Duque fue contratar todos los navíos de las proximidades de San Lucar de Barrameda.

Decía Colón que se ofrecía más costa y gasto en lo de la defensa de Melilla que en lo que él pedía para proseguir sus descubrimientos y conquistas de tierra firme, pues para sostener aquel lugar parecía que era menester tres mil hombres y con aquella gente no se tenía para más que guardar Melilla y no para entrar a “ofender” y continuar la conquista; y que no tenia tal puerto que fuese útil sostenerlo para la guerra de África, porque es allí travesía de Levante, que prevalece en todo el Estrecho más que otro viento.

A pesar de las críticas de Colón, la expedición se llevó a cabo, y mandándola iría D. Pedro Estopiñán. El ingeniero Ramírez de Madrid no figuraba en la misma por estar prestando sus servicios al Rey.

15.09.1497. Salía de Sanlúcar de Barrameda la expedición llevando gran cantidad de harina, tocino, vino, aceite y carne. Armas, como ballestas, lanzas, espingardas y unas maderas que servirían para la construcción de las murallas de la fortaleza, así como cal para el blanqueo del maderamen de las falsas murallas.

17.09.1497. Fecha histórica de la Conquista de Melilla por el Duque de Medina Sidonia. El Duque visitó Melilla por orden de la Corona, y desde ese día empezaron las obras de fortificación; marchando pronto de la ciudad, y dejando de primer Alcayde a Gómez Suárez.

13.04.1498. Asiento firmado en Alcalá de Henares entre La Real Hacienda y la Casa Ducal de Medina Sidonia, presentada por los Comendadores D. Pedro de Estopiñán y D. Martín Bocanegra. Se detallan los gastos de personal y material necesarios; siendo el primer presupuesto de la ciudad y en él se establecía, entre otros particulares, que entre la guarnición debían contarse con treinta y cinco oficiales de oficios, carpinteros, herreros, pedreros, albañiles y canteros:
“(…) Otrosí debemos de mandar librar al dicho duque este año un cuento (un millón) de maravedíes para las labores que se han de hacer en la dicha cibdad de Melilla, en la Iglesia, y en las casas é en los baluartes, e empetrillar, e almenar e adobar las torres, é cerrar la parte de la mar lo que fuese menester, el cual se ha de librar en las dhas cibdades de Sevilla y Jerez y sus comarcas (…) ”.

El Duque se compromete a abastecer la Plaza por seis meses, percibiendo la Tenencia de la Ciudad, facultado para nombrar Alcaides y Justicias. Setecientos hombres y cincuenta caballos fueron la plantilla de la Plaza. El Rey y la Reina: “(…)Lo que por nuestro mandato se asentó con el Duque de Medina Sidonia; e con D. Pedro Estopiñán, su contador, e con Martín Bocanegra, Alcayde de Medina Sidonia, ambos en su nombre, para la guarda e proveimiento de la cibdad de Melilla es lo siguiente: Primeramente, que Nos mandamos dar cargo al dicho Duque de la tenencia e guarda de la dicha cibdad de Melilla, porque la tenga por Nos cuanto Nuestra merced y voluntad fuere (…) ”.

Si ahora echamos cuentas, creo que salen 520 años que Rusadir, El Pueblo, nuestra Melilla la Vieja, es España. De la ampliación “abanicada”, cuyo vértice es el actual Casino Militar y parte del Banco de España, (antiguo Fortín de Santa Bárbara), habría tema interesantísimo, para llenar cientos de páginas, sobre los Tratados, Convenios, Conversaciones y Acuerdos, que ha habido entre España y Marruecos.

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