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Crónica de la devoción de un Pueblo: Actos en honor a María Santísima de la Victoria Patrona Coronada y Alcaldesa Honoraria Perpetua de Melilla (2017)

Año tras año a la par que el mes de agosto va finalizando la Real y Franciscana Congregación de María Santísima de la Victoria ultima detalles para celebrar los actos en honor a su Titular. A pesar de la experiencia que da el transcurrir del tiempo siempre se tienen los nervios de “una primera vez”. El deseo que todo transcurra según lo que se ha ido elaborando y planeando durante meses para dar mayor realce a las celebraciones en torno a la Patrona de Melilla.

Presentación del cartel
En la noche del 17 de agosto en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea era presentado el cartel anunciador del presente año. Para el mismo fue elegida la fotografía de José Manuel Lozano Sola “Por las calles”, ganadora del concurso anual organizado para tal fin.

El encargado de poner voz, de hablar y envolver con sus palabras, plenas de Amor Mariano, a todos los presentes fue Carlos Rubiales Morales. Gran orador y conocedor de la historia de María Santísima de la Victoria y de la devoción que este Pueblo siente por su Patrona. Todos los presentes gozaron de su verbo pausado que no pretendía más que transmitir a quienes allí estaban lo que su corazón de “Hombre de Fe” guarda como un gran tesoro.

Novena
“María, Iglesia en Salida”, ha sido el lema elegido para el novenario de este año 2017 que daba comienzo el 30 de agosto a las 20:00 horas. Rezo del Santo Rosario y celebración de la Eucaristía han llenado estos días de culto mariano, de mostrar el amor que los melillenses sentimos por la Madre del Cielo. Pero también se han vivido momentos de solidaridad cuando distintas asociaciones, entidades y grupos hacían sus ofrendas, siendo en la mayoría de los casos el material escolar que desde la Congregación habíamos solicitado para poder paliar en la medida de lo posible tanta necesidad como hay en nuestra Ciudad.

Cada día se hacía especial hincapié en un tema: “Una nueva iglesia, fruto del Anuncio”, con bendición de las embarazadas; “La Iglesia, fruto de la caridad”; “La Natividad marca una nueva era en la Iglesia”; “La Iglesia bandera discutida, la ley o el amor”, presentación de los niños a la Virgen de la Victoria; “La Familia, es la Iglesia doméstica”, renovación de los votos matrimoniales”; “Tres años de aprendizaje eclesial”; “Una Iglesia entregada”; “La Iglesia sin fronteras”, unción de enfermos a las personas mayores de 60 años y enfermos que quisieron recibirla.

La última jornada, la víspera de la festividad de la Patrona es el Día de la Congregación, especial para todos los miembros. La Junta de Gobierno durante la Eucaristía hace de forma solemne la “Profesión de Fe” ante los asistentes. Los más jóvenes son los encargados de realizar la ofrenda, sumándonos a las realizadas durante los días anteriores. Es así mismo cuando se imponen las medallas a los nuevos congregantes ampliándose la gran familia que sienten especial devoción por la Virgen de la Victoria.

Por la mañana es la “Ofrenda Floral” y durante algunas horas se da la oportunidad a quien lo crea oportuno de acercarse a visitar a la Patrona y llevarle flores, preferentemente blancas. Es emocionante escuchar las palabras de algunas de estas personas que llegan ante la Virgen y con lágrimas en los ojos cuentan que hacía más de una veintena de años que no visitaban Melilla coincidiendo con esta festividad.

Misa Solemne
Y por fin llegaba el día 8 de septiembre, festividad de la Natividad de María, el templo del Sagrado Corazón de Jesús, lleno de fieles que deseaban ser parte activa en la Misa Solemne. Poco a poco se van congregando autoridades civiles y militares. La Eucaristía es concelebrada por varios sacerdotes y el Obispo Emérito, D. Ramón Buxarrais, siendo el oficiante principal el Vicario D. Roberto Rojo.

La Coral Polifónica junto con el organista Javier Martínez Monreal pusieron las notas musicales a la celebración. Uno de los momentos más emotivos fue el protagonizado por el Excmo. Sr. Presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, D. Juan José Imbroda, quien de rodillas frente a la venerada Imagen, dirigió unas palabras a la Virgen de la Victoria en las que pedía su intercesión para que reine la paz no solo en la Ciudad sino en todo el mundo, cesando el terrorismo y las guerras.

Que cómo Patrona de todos los melillenses continúe velando por nosotros al igual que ha venido haciendo desde siglos atrás para que ese su Pueblo tenga un futuro estable.

No menos intenso y emocional fue el tiempo en el que las diferentes Casas Regionales repartidas por toda la geografía nacional y las de otras ciudades y comunidades en Melilla se acercaron hasta el altar para ofrendar preciosos centros florales que llenaron de belleza y color la zona que circundaba el trono.

A punto de finalizar la ceremonia todos los asistentes en nombre del Pueblo en general renovaron el juramento de ratificación de patronazgo a María Santísima de la Victoria.

Al igual que en cada uno de los días de la novena, la Eucaristía terminó con la entonación del Himno a la Virgen de la Victoria que en esta ocasión revistió una emoción especial ya que entre los presentes se encontraba Pilar Torres Beltrán, nieta de José Beltrán Cervera, el autor del mismo en el año 1937.

Procesión
Poco a poco los fieles, los devotos deseosos de ver a su Patrona se fueron congregando en los alrededores del Sagrado Corazón de Jesús para verla salir. Esperando ansiosos que las puertas de este templo casi centenario se abrieran para que el trono de la Virgen de la Victoria a hombros de sus portadores, cuajado de blancas flores, símbolo de la pureza de María, cruzara el arco de acceso al exterior.

Cesó el murmullo en el mismo instante en el que se pudo visionar los varales delanteros. ¡Ya está saliendo! ¡La Patrona vuelve a las calles de su ciudad! Y es entonces cuando de la Nuba de Regulares 52, salen las primeras notas del Himno Nacional. Aplausos y lágrimas porque María Santísima de la Victoria y su Precioso Hijo están ya fuera de la Iglesia y dará comienzo un corto pero intenso recorrido.

Una lluvia de pétalos la recibe en la escalinata, porque Ella es la más bella de todas las flores, por gentileza de la Asociación de Amas de Casa. Se organiza la procesión: los más jóvenes reparten lazos y estampas a los fieles que se agolpan en las aceras esperando con devoción el paso de María Santísima de la Victoria, la que un día fue elegida como Patrona de este pequeño enclave español en el norte de África. La misma que un día del siglo XVIII, el 3 de febrero de 1756 congregó a toda la población para ratificarla como tal y le juraron eterna devoción.

El sol se va ocultando y las luces del trono iluminan los rostros de Madre e Hijo. ¡Aquí os lo presento! Lo he concebido por intervención divina para que sea el Cristo, el Mesías. Ahora es un Niño, pero sobre sus pequeños hombros recae todo el peso de la salvación de la humanidad. Lento el paso de portadores que la llevan con dulzura, con mesura para disfrute y deleite de quienes llenan las calles. Ellos son sus pies, su esfuerzo silencioso hace posible que la Patrona procesione cada año.

Poco a poco y antes de entrar en la calle López Moreno, el Centro Hijos de Melilla hace su tradicional ofrenda mostrando su devoción y cariño por la Madre del Cielo.

Y así con un buen número de fieles detrás, María Santísima de la Victoria llega de nuevo a su casa. Alegría y tristeza en el rostro de los presentes. Alegría porque hemos tenido la oportunidad de tenerla otro año más en nuestras calles y tristeza porque queda por delante todo un año para que este hecho vuelva a ocurrir. Pero queda el consuelo de saber que Ella cada día espera nuestra visita en el Sagrado Corazón de Jesús y si la miramos fijamente notaremos en sus ojos la satisfacción, como cualquier madre siente cuando tiene a un hijo cerca.

Cierran las puertas del templo y el interior se va vaciando poco a poco. Solo algunas personas quedan frente a la Señora y le agradecen los favores concedidos y lloran de emoción porque se ha vuelto a cumplir con la tradición. El silencio envuelve las naves de la Iglesia y las luces se apagan, pero ¡No estás sola Madre! ¡El cariño de todos y cada uno de los melillenses te acompaña!

Labor social: tender una mano a quien más lo necesita
Además de los actos religiosos, la Congregación también realiza una labor social. Durante los días de la novena se ha recogido material escolar que ha podido ser entregado a cinco centros u organizaciones que a su vez lo repartirán entre los más necesitados. Estos han sido: Cruz Roja, Red Madre, Divina Infantita , Religiosas de María Inmaculada y Cáritas Interparroquial.

Gracias a la generosidad de los melillenses se han recogido casi 6.000 objetos (libretas, lápices, gomas, bolígrafos, sacapuntas, cajas de rotuladores, de lápices de colores, mochilas y un largo etcétera de todo lo que los estudiantes precisan para comenzar el curso escolar y que sus economías familiares no pueden cubrirlo. A ello se debe sumar también unos vales que se han entregado a Cáritas.

Hay que hablar pues de la generosidad de este Pueblo. Aunque se han ofrecido flores para el exorno y embellecimiento del trono, pero se ha tenido muy en cuenta la petición de material escolar y esto ha posibilitado el que se pueda atender a muchos niños y jóvenes. Melilla continúa demostrando no solo en estos días que hace gala a sus títulos de Humanitaria y Muy Caritativa.

Agradecimientos
No pueden finalizar esta crónica de lo vivido durante estos días en honor a María Santísima de la Victoria sin agradecer la asistencia de los fieles que la han acompañado a lo largo de la novena, misa solemne y procesión. A quienes han colaborado en el rezo del Santo Rosario, como lectores o poniendo música a cada una de las Eucaristías.

A la Policía Nacional, Custodios Honorarios de la Santísima Virgen de la Victoria, Guardia Civil, Policía Local y por supuesto a los Regulares de Melilla. Nuestro más sincero agradecimiento por dar escolta al trono, aportando un toque de marcialidad a la par que seguridad a todos los asistentes.

Gracias también a quienes han hecho gala de un “corazón solidario” y han acudido a la llamada realizada por esta Congregación, para intentar ayudar a quienes más lo necesitan. A buen seguro que Nuestra Patrona se siente orgullosa de su gente, de sus fieles devotos y agradece las oraciones y los actos de generosidad para hacer que este mundo sea un poco mejor.
¡Paz y Bien a todo el Pueblo de Melilla!

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