No puedo más que manifestar mi perplejidad cuando esta mañana leo en la prensa local que en el calendario laboral de 2018 para Melilla, la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María (que será el miércoles 15 de agosto) será suprimida para, en su lugar, declarar festivo el 22 de agosto con motivo de la fiesta musulmana del Aid El Kebir.
Desde 2010 se viene declarando festivo el Aid El Kebir sustituyendo cualquier otra fiesta que cayendo en domingo debería trasladarse al lunes siguiente. Antes de seguir quiero dejar claro que no estoy en contra de declarar festivo el Aid El Kebir, pues permite el enriquecimiento y conocimiento de las fiestas de las distintas confesiones religiosas, pero sí manifestar mi total oposición a que se sustituya por la de la Asunción de la Virgen.
Pero en este caso la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María cae en miércoles y como resulta que ninguna otra cae en domingo, el legislador melillense decide “sacrificar” una fiesta que se celebra desde el siglo V, por la fiesta del Sacrificio, sin tener en cuenta los acuerdos Iglesia Estado que contempla esta festividad en toda España, y que no es sustituible por otra; por cierto, la Héjira tuvo lugar en el 622, más de un siglo y medio después desde que los cristianos celebramos la Asunción de la Virgen, por si queremos hablar de RESPETO A LAS TRADICIONES.
Desde que vivimos en democracia, tras los acuerdos con el Estado, la Iglesia ha cedido en trasladar festividades de rancia tradición al domingo siguiente, como la Ascensión del Señor, el Corpus Christi, San Pedro y San Pablo, San José etc. Pero aquellas de rango dogmático como la Inmaculada Concepción o la Asunción de la Virgen se han respetado, precisamente en esos acuerdos mencionados. Ya Felipe González en 1989 sustituyó la Inmaculada Concepción por el 5 de diciembre para hacer el puente de la Constitución, y se encontró de frente con las Hermandades y Cofradías de Andalucía y de Sevilla en particular, con la amenaza de no celebrar procesiones en Semana Santa, con el grave perjuicio económico que ello supondría para el turismo local y nacional.
Pero aquí es distinto, Melilla sigue siendo diferente y el gobierno de Juan José Imbroda sabe que los católicos de Melilla no vamos a salir en manifestación con una pancarta que diga “RESPETO A LAS TRADICIONES”, ni vamos a llenar columnas de periódicos, ni siquiera cree que le pueda suponer un coste electoral.
El asunto es muy grave, se está zahiriendo a la mitad de la población de Melilla, porque tras la perplejidad que en un primer momento me ha producido la noticia, ahora siento indignación y daño, porque es desnudar a un santo para vestir a otro, y siguiendo con el refranero, tan rico en España, cuanto más te agachas más se te ve el culo.
Otro ataque a la Iglesia Católica, pero esta vez no viene de los anarquistas o de los comunistas, sino de un gobierno del Partido Popular, consecuencia del buenismo imperante en una sociedad hipócrita construida en concesiones,por si acaso, que traga con carretas y carretones. ¿Qué tiene que decir la Iglesia de Melilla ante esta agresión flagrante de un gobierno del PP? ¿Y el Obispo de la diócesis de Málaga de la que formamos parte?
¿Qué tienen que decir las Hermandades y Cofradías de Melilla, los Neocatecumenales, el Opus Dei, y cuantas asociaciones católicas existen en la Iglesia de Melilla?
Desde el Gobierno de la Ciudad se está cayendo en una fractura de dos sectores de la población melillense que puede dar al traste con la tan traída y llevada convivencia, porque se está tocando los sentimientos religiosos y que puede tener unos resultados que nadie desea. A pesar de todo, si no hay una respuesta contundente, seria y decidida de la Iglesia Católica de Melilla, jerárquica y del pueblo,no pasará nada, estaremos en la tibieza y la pasividad que tanto nos caracteriza a los melillenses;parece que está en nuestro ADN, y una vez más los católicos seguiremos en silencio, dejándonos pisotear en lo más íntimo de nuestra fe, esta tibieza me lleva a leer en el Apocalipsis 3, 16 una frase que da escalofríos: Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Para terminar una propuesta: el 15 de agosto de 2018, si no se remedia, todos los comercios cerrados, todas las parroquias llenas para celebrar con la dignidad que se merece la Asunción de la Stma. Virgen María.
