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ACOME: La apertura del centro comercial afectará a todos los sectores

Según ACOME, la próxima apertura del centro comercial junto a la frontera de Beni Enzar afectará a comerciantes de todos los sectores, dado que Melilla, que ya es un mercado difícil por la falta de clientes y el auge de las compras por internet y en la península, “tiene los clientes que tiene” y la saturación de la oferta que previsiblemente supondrá el nuevo centro comercial no hará sino empeorar las condiciones del pequeño comercio local, que podría verse obligado a “echar trabajadores” o incluso a cerrar. Una vez asumida la apertura de esta gran superficie, desde ACOME se insta al Gobierno de la Ciudad Autónoma a “tratar a los comerciantes locales con el mismo cariño con el que tratan a los de fuera”.

Enrique Alcoba, presidente de ACOME (Asociación de Comerciantes de Melilla) nos ofreció su punto de vista con respecto a la próxima apertura del centro comercial junto a la frontera de Beni Enzar.
Según Alcoba, “esta lenta apertura, que llevamos cinco años escichando” por fin ha llegado y, aunque rechazó realizar una valoración por considerarla prematura, sí que consideró -como ya había hecho en el pasado- que afectará mucho a los comercios en todos los sectores: “Según tenemos entendido traen ropa, traen electrodomésticos, muebles, ferretería, alimentación… según tengo entendido viene de todo”.

Un mercado difícil
Hablando de cuál será el efecto sobre los comercios, Alcoba afirmó que “si el mercado es el mismo y los clientes somos los mismos, supondrá repartir más, y eso afectará a los comercios de modo que tendrán que echar a algún empleado o incluso cerrar”, aunque quiso volver a precisar que, aunque las previsiones “son las que son”, los efectos concretos de la construcción del centro comercial sobre la actividad empresarial de la ciudad no podrán valorarse hasta pasado un tiempo de la apertura. “Cuando hay un situación de turismo, cuando hay muchos clientes, pueblos, un paso fluido de frontera… en esa situación todos estaríamos contentos y lo venderíamos todo, pero no es nuestro caso”.
Con la saturación de oferta en un entorno de demanda limitada, el mercado está “cada vez más difícil”: “Cada vez se vende menos y hay menos clientes, cada vez más gente compra fuera, cada vez hay más venta por internet y viene menos gente desde Marruecos”.

Cariño
Una vez que la apertura es una realidad, cabe preguntar a los comerciantes locales cuáles son las medidas que solicitan al Gobierno local con el fin de paliar el impacto negativo que se prevé que tenga la nueva gran superficie. Desde ACOME, Alcoba se limita a reclamar “cariño”: “Es suficiente con que nos traten con el mismo cariño con el que tratan a los que vienen de fuera”, y ese cariño se manifestaría a través, por ejemplo, de una mayor agilidad en los trámites burocráticos; “que si se pide una licencia para hacer una reforma en el centro, no tarde siete meses… que no se tarde un año en dar una licencia de apertura”, ya que, según Alcoba, “estos señores se han propuesto abrir en noviembre y van a abrir en noviembre, sí o sí”, puesto que les facilitan los trámites, les conceden los permisos y, en definitiva, “les ponen una alfombra roja”, mientras que, para los comerciantes locales, la burocracia es un suplicio.

Una frontera fluida implica más negocio para Melilla

Desde ACOME se adhieren a lo dicho, en múltiples ocasiones, tanto por la Delegación del Gobierno como por la propia Ciudad Autónoma; Se considera imprescindible para el futuro del comercio local que haya un paso de frontera fluido que permita la afluencia del turismo de compras marroquí hacia Melilla, actividad que se ha visto críticamente reducida por la saturación de los pasos en los últimos años. Dicho paso fluido dependería de la designación de uno de los pasos ya existentes como “no apto para el paso de mercancías”.

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Fernando Lamas Moreno

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