Los melillenses, en el último cuarto, fueron poco a poco escapándose en el luminoso, gozando de una renta de diez puntos pasado el ecuador de este periodo definitivo (73-63), una diferencia que se incrementaría en la segunda parte de este acto, adquiriendo los azulones una máxima de quince en varios momentos, incluido a la finalización del choque. El Melilla Baloncesto sigue firme en este inicio de campeonato, en el que, tras cuatro jornadas disputadas, ya se ha quedado solo al frente de la clasificación. Ayer, los melillenses se imponían al Iberostar Palma por el resultado de 87-72, un triunfo que, unido a la derrota en casa del Unión Financiera Baloncesto Oviedo, le ha aupado al primer puesto.
Lo cierto es que los insulares comenzaban firmando un 0-4 de salida, con los puntos de un ex del decano como Rafa Huertas y del lituano Gediminas Zyle. La contestación fue casi inmediata por parte de los locales, con un 5-0 gracias a Miki Servera y a Filip Djuran, autor este último del primer triple del encuentro.
Los primeros minutos se desarrollaron con constantes alternativas en el luminoso, aunque, a escasamente tres minutos, los de Alejandro Alcoba se colocarían siete arriba (18-11), después de ocho puntos consecutivos de Edu Durán. Los visitantes cortaron la sangría con un parcial de 2-8 para irse al final del primer cuarto solo un punto abajo (20-19). Otro ex del conjunto melillense, Joan Tomàs, fue el encargado de cerrar este acto con un lanzamiento convertido desde la línea de 6’75.
El segundo asalto arrancaría de idéntica forma a como lo hizo el anterior, con los dos equipos encontrando con facilidad el aro contrario y con la igualdad como tónica general, aunque ahora el que tomaba la responsabilidad en ataque en las filas azulonas era Pablo Almazán, quien anotaba los primeros nueve puntos de su equipo. Así iban pasando los minutos y ninguno de los dos contendientes no lograba marcharse en el marcador, con escasas rentas de dos puntos para el Melilla Baloncesto y de cuatro para el Iberostar Palma en varias fases (29-33 y 33-37). Al descanso, y pese a haber mandado durante los últimos cinco minutos los baleares, el decano se iría por delante a los vestuarios (40-39), tras una canasta de Mamadou Samb.
Carles Bivià, uno de los destacados en el bando visitante, abría el tercer cuarto para devolver la iniciativa en el electrónico a los suyos. Javi Lucas ponía las cosas en su sitio con un triplazo (43-41), pero los de Xavi Sastre responderían con un 0-7 para situarse cinco puntos arriba (43-48). Diego Kapelan y Javi Lucas volverían a situar las tablas en el electrónico, aunque a la conclusión de este tercer periodo se llegaría con ventaja local de tres puntos (59-56).
En el definitivo cuarto solo existieron los de Alejandro Alcoba, intensos en defensa, acertados en los tiros de dos puntos y muy superiores en el rebote (trece ofensivos), además de limitar el número de balones perdidos a solo dos.
De esta forma, los melillenses fueron poco a poco escapándose en el luminoso, gozando de una renta de diez puntos pasado el ecuador de este último periodo (73-63), una diferencia que se incrementaría en la segunda parte de este acto, alcanzando los azulones una máxima de quince en varios momentos, incluido a la finalización del choque (87-72).
