La Ciudad Autónoma de Melilla y el Gobierno central han invertido 330.300 euros, financiados en un 50% por cada una de las administraciones, para reparar los daños estructurales que sufrió la planta depuradora por el terremoto de magnitud 6.3 que sufrió Melilla el 25 de enero de 2016. El presidente melillense, Juan José Imbroda, visitó ayer las instalaciones de la planta depuradora junto al consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, y ambos coincidieron en destacar la importancia de esta obra para reforzar la infraestructura. Para ello, se van a emplear 40.000 decímetros cúbicos de mortero de reparación clase R3, que tiene el triple de resistencia que el hormigón que se usa en la actualidad, y mucho mayor que el que se utilizó para construir la planta depuradora a finales de los años 70 y principios de los 80.
Quevedo señaló que la planta depuradora sufría unos daños estructurales por la aparición de grietas, porosidad y pérdidas de agua antes del terremoto, que se agravaron de forma muy notable después del fuerte seísmo que sufrió la ciudad, lo que ha requerido de esta actuación, incluida en el convenio firmado entre la Ciudad Autónoma y el Gobierno central.
El consejero señaló que los revestimientos de mortero que se van a utilizar para esta obra tienen unas “características impresionantes” que permitirán dar 30 años más de vida a la planta depuradora, una instalación que está siendo sometida a mejoras técnicas desde la firma de una encomienda de gestión a la empresa pública Remesa. Ello ha permitido poner “al día” la planta depuradora después de muchos años en su infraestructura estructural.
Asimismo, avanzó que próximamente también se dará un paso adelante las prestaciones de la depuradora para la mejora del agua depurada y se ampliará con la instalación de nuevas líneas para aumentar la cantidad de agua de terciario para labores de limpieza y de riego.
Tubería del terciario
En este sentido, Quevedo dijo que el próximo martes pasará por la Mesa de Contratación una obra para instalar una nueva tubería en el Paseo Marítimo, que conducirá el agua del terciario a más zonas de Melilla, y se aprovechará la ejecución de este proyecto para construir el primer carril bici de la ciudad, lo cual es “una buena noticia”.
