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La "Cámara Oficial de la Propiedad Urbana" melillense: el benjamín de Pablo Vallescá (1917-1918)

Primera Sede cameral. Fachada. Calle Alfonso XIII (hoy, Avenida), nº 34.

El viernes día 18 de octubre de 1917, según el "Boletín de la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana de Melilla" y el domingo 21 del mismo mes, para "El Telegrama del Rif" (23 octubre), tuvo lugar, en los salones del 'Círculo Mercantil', la constitución de la 'Asociación de Propietarios', primer trámite estipulado (Real Decreto, 16 junio 1907) para poder solicitar, posteriormente, su conversión en 'Cámara Oficial de la Propiedad'. Una vez leído el borrador de su reglamento, por los señores Queipo y Barciela, debatido por los presentes y realizadas las modificaciones oportunas en su articulado, la Junta Directiva quedó compuesta de la siguiente forma: "Presidente, don Pablo Vallescá.-/ Vice-Presidente primero, don Leopol-/ do Queipo.- Id. Segundo, don Isaac/ Benarroch.- Secretario general, don/ Paulino Fernández Martos.- Archi/ vero-Bibliotecario don Jorge Solani/ lla.- Tesorero don Juan Barciela.-/ Contador, don Santos del Campo y/ Vocales don David J. Melul, don Asen-/ sio Granada, doña Dolores Machuca/ don Esteban Fernández, Don Francis/ co Serrano y don Vicente Más" (Boletín, 1 mayo 1918, p. 3).

Como informa la breve nota aparecida en el citado diario local, con esta nueva Asociación, junto a la Agrícola o de Labradores (21 de julio anterior), son ya dos las Secciones desligadas de la 'Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación', que quedarán encauzadas para su constitución oficial.

No hay que olvidar que Pablo Vallescá Errá es, en esos momentos, presidente del mencionado organismo cameral, constituido en 1906 y que acoge, por la naturaleza del gobierno en Melilla, las funciones de amparar, circunstancial y temporalmente, a otras ramas de la producción (Minería, Propiedad, Agricultura, etc.) que no cuentan con respaldo estamental en nuestra ciudad.

Su génesis estará en la 'Asociación Mercantil e Industrial y de Propietarios' (1899-1906), de la que será, asimismo, su máximo mandatario, casi desde sus comienzos (31 mayo 1900) y de su Comisión Permanente específica desde sus inicios (29 enero 1899), por lo que el embrión y el sujeto histórico será el mismo para ambas corporaciones ('Comercio, Industria y Navegación', y 'Propietarios').

Si bien la citada 'Asociación', en sus facetas industrial y mercantil, se metamorfosean, por así decirlo, al transformarse en 'Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación' (1906), no sucede lo mismo con la Sección cuarta, la de Propietarios, que seguirá dependiente de este nuevo organismo económico.

Aunque quedan testimonios, a finales de 1907, sobre la conveniencia o no de su instauración (TRif, 8 noviembre) las intenciones de independencia de la Entidad cameral en la prensa melillense, serán respondidas, en noviembre de 1910, epistolarmente, por un propietario anónimo, cuyo contenido deja de manifiesto que, por la sección de Propietarios de la ya establecida 'Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación' de Melilla, estaban más que cubiertas las expectativas del mencionado gremio (TRif, días 11 y 12).

Siete años más tarde (1917), al constituirse en Asociación, se empieza a fraguar el deseo de convertirse en 'Cámara Oficial de la Propiedad Urbana', objetivo que se consigue por Real Decreto de 20 de julio de 1918, cuando alcanza su una personalidad bien definida y su jurisdicción en la Plaza, eso sí sin llegar a desligarse, totalmente, de la 'Cámara Oficial de Comercio', al seguir funcionando, en el citado organismo, dicha sección y ser dirigidas, ambas corporaciones, como hemos mencionado anteriormente, por la misma persona. De ahí que se denomine a la futura 'Cámara Oficial de la Propiedad Urbana' el "benjamín" de Pablo Vallescá.

El barcelonés, en la primera Asamblea General celebrada el 9 de diciembre de 1917 y que aprueba la reunión primigenia del "Círculo", azuza a los presentes para que realicen una activa propaganda de adhesiones que logre incorporar nuevos miembros a la 'Cámara' unidos en pro de los intereses de la sociedad, si bien, una semana más tarde, presentan su dimisión, por sus ocupaciones profesionales, los señores: Queipo, Fernández Martos, Del Campo y Fernández Hidalgo, respectivamente Vicepresidente 1º, Secretario General, Contador y Vocal cuarto, quienes serán sustituidos en la Asamblea del 13 de enero de 1918, en idéntico orden, por: D. Rafael Navarrete, D. Asensio Granada, D. Julián Argos y D. Agustín Espinosa (Boletín, 1 mayo 1918, pp. 4-5).

Con ellos, con sus recibos de 100 pesetas de adelanto para nutrir sus fondos en los dos primeros meses de existencia, comienza su andadura el ente cameral que, desde noviembre del año anterior, ya tiene alquilado un piso al señor Peña por 80 ptas., que en los meses siguientes ascienden a 115, localizándose su Sede Social en la calle Alfonso XIII (Hoy, Juan Carlos I Rey) nº 34, principal, con un horario de oficinas de 16 a 20 horas.

La labor desarrollada por los propietarios o, mejor dicho, concesionarios urbanos melillenses, en pos de sus intereses, deberíamos remontarla, pues, a los organismos donde queda englobada anteriormente a su instauración como Asociación, es decir desde 1899 a mediados de octubre de 1917, si bien esto escapa a la presente contribución.

Las actuaciones, ya como 'Cámara', quedan recogidas en su órgano de difusión principal, el referido Boletín, que empieza a editarse el 1 de mayo de 1918 (con una periodicidad mensual en esta anualidad) y en cuya primera portada se honra al médico barcelonés con su retrato.

El primer asunto en el que interviene es en lograr la reducción del impuesto sobre los huecos de fachada reflejado por la 'Junta de Arbitrios' en su presupuesto de 1918, de 15 a 5 pesetas (R. O. 17 enero 1918) e intentando que fueran gravados sólo los que dieran a la vía pública, si bien basándose en la ilegalidad de su imposición por un organismo no autorizado para ello, acudirán en alzada al Tribunal de lo Contencioso (Boletín, 1 mayo 1918, pp. 10-14).

Para los gastos ocasionados por dicho recurso, se cuenta con las aportaciones del 4% de la renta anual, de gran parte de sus asociados. Entre ellos, destacamos las contribuciones -en pesetas- más significativas: D. Isaac Benarroch (700), D. José A. Benarroch y C0 (258), D. José I. Benarroch (164), D. Pablo Vallescá (128), D. Vicente Más (128), D. Julián Argos (116), D. Agustín Espinosa (112), D. Juan Barciela (111), D0 Dolores Machuca (108), D. Leopoldo Queipo (106), D. David J. Melul (100), D. Basilio Paraíso (100), D. Mariano Fernández Batanero (93), D. Juan Montes Hoyo (64), D. Cándido Lobera (26) y D. Miguel Acosta (6).

Se da por concluido el litigio cuando la 'Junta de Arbitrios' (sesión 31 marzo 1923), acuerda sustituir el mencionado impuesto por el de uso del alcantarillado, fundamentándose, para ello, en no motivar a los propietarios a que redujeran el número de huecos en futuras reformas u obras de nueva planta, en detrimento de una mayor aireación y la luminosidad de los inmuebles.

Junto a esta iniciativas, dentro de la campaña bajo el lema "Pro-Melilla", se abordan, principalmente, el problema del alumbrado eléctrico y el tranvía, respaldados por un número de socios que, el primero de mayo de 1918, alcanza la cifra de 246 y que cuenta como personal administrativo a D. Manuel Manescau Pacheco, como Oficial de Secretaría (125 ptas. mensuales) y como Escribiente-cobrador a D. Salvador Mena García (100 ptas.), desde principios de año.

A mediados de abril de 1918 su Presidente está en Madrid para la Asamblea General de Cámaras (días 24 a 27), aprovechando, entre otros, para presentar los documentos necesarios en el Ministerio de Fomento, sobre tranvías eléctricos afectos al interés de D. Leopoldo Queipo en nuestra urbe y cuya concesión a D. Ramón Prendes (10-VII-1916) se venía demorando con prórrogas sucesivas para la ejecución de sus obras (en abril de 1923 se desestima una nueva petición en idéntico sentido por el Ministerio de Fomento).

La última sesión que preside D. Pablo Vallescá de la Junta Directiva es la del 30 de mayo, ya que, aun en Melilla, no creemos que asista a la del 7 de julio, pues según el diario local: "Con su señor hijo regresó nuestro respe-/ table amigo don Pablo Vallescá, más aliviá-/ do de la dolencia que le aqueja" (TRif, 1 julio); "Nuestro respetable amigo don Pablo Va-/ llescá mejora rápidamente de su estado" (TRif, 2 julio); "Guarda cama don Pablo Vallescá […]" (TRif, 10 julio); "Ayer había experimentado mejoría en su/ estado nuestro respetable amigo don Pablo/ Vallescá" (TRif, 11 julio); El domingo 14 de julio el rotativo anuncia: "En la semana que mañana empieza marcha-/ rá a los baños de Sobrón nuestro res-/ petable amigo don Pablo Vallescá".

Cinco días más tarde, concretamente el día 19 de julio, abandonará, por última vez, la ciudad: "Mañana viernes marchará a Málaga muy/ mejorado de su dolencia don Pablo Va-/ llescá" (TRif, 18 julio 1918) "Con objeto de atender al restablecimiento/ de su quebrantada salud marchó a Málaga/ y Madrid nuestro respetable amigo don Pablo Vallescá" (TRif, 20 julio 1918).

Allí, en la capital malacitana, seguramente tendrá conocimiento, por la "Gaceta de Madrid" publicada el día 21 de julio de 1918, del Real Decreto dado en Palacio por el Rey Alfonso el día anterior y rubricado, a su vez, por el Ministro de Fomento D. Francisco Cambó, concediendo el carácter oficial a la "Cámara de la Propiedad Urbana" melillense, lo que le llenaría de gozo.

Tres días más tarde, sobre su estado, tenemos: "Noticias recibidas de Málaga dan cuenta/ de haberse agravado en su dolencia don Pa-/ blo Vallescá, que se encuentra allí, como es/ sabido" (TRif, 23 julio 1918); así como muestra evidente de la gravedad de su estado es que "Ayer embarcó para la península con sus/ monísimas hijas, la bella señora del capi-/ tán de Intendencia don Pablo Vallescá Lu-/ que" (TRif, 25 julio 1918).

El Boletín cameral de 1º de agosto, junto al retrato y esquela de D. Pablo Vallescá, recoge, entre otros, una sentida necrológica redactada por el señor Granada (Secretario General), así como despachos de condolencia a familiares y amigos corporativos, residentes en Málaga, del fallecimiento en el Hotel Europa de su ilustre Presidente el miércoles 31 de julio de 1918.

Al Sr. Vallescá le sustituye en la presidencia, accidentalmente, D. Rafael Navarrete, sucediéndole en el cargo de manera efectiva, a partir de la sesión del 3 de febrero de 1919 (Boletín, nº 7, 30 marzo, p. 1) D. Antonio Saltos y, por fallecimiento de éste (27 septiembre 1919), D. Leopoldo Queipo en noviembre de 1919 (Boletín, nº 9, 31 diciembre, p. 14), comenzando la Cámara una etapa no menos brillante, en su nueva Sede situada en la calle O'Donnell n1 23.

Del magistral discurso del Señor Queipo, pronunciado en la Asamblea General Extraordinaria celebrada el domingo 20 de octubre de 1918, y que se reproduce en el Boletín del citado mes, destacamos los epígrafes en los que compartimenta: "Influencia de la mujer", "Vallescá Pater familia", "Vallescá faro, puerto y ángel custodio de las libertades ciudadanas", "Vallescá, indiano rico" y "El Benjamín de Vallescá", del que sacamos el subtítulo de nuestra aportación.

De no haber desaparecido estas Corporaciones de Derecho Público (R. D. Ley 8/1994), asistiríamos, en esta anualidad, a su Centenario como 'Asociación', como lo haríamos el año próximo (2018) a su constitución como 'Cámara', coincidente con el deceso de su creador y primer Presidente, D. Pablo Vallescá (31 julio 1918), cuya biografía estamos redactando y esperamos que, como en anteriores empresas de los autores (Cándido Lobera y Centro Asistencial de Melilla), se vea complementada con una magna exposición en el Hospital del Rey, mejor marco imposible, y la edición del oportuno catálogo de la misma.

Salvador Gallego Aranda
María Rosa Marqués Leiva
Granada, octubre de 2017

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