Los jugadores del decano nadaron siempre contracorriente y lo terminaron pagando caro ante un Huesca muy seguro de sí mismo que en ningún momento, ni siquiera cuando los visitantes apretaron el marcador, se puso nervioso.
La entrada de Edu Durán dio aire a los de la ciudad autónoma en el segundo cuarto, aunque su aportación no bastó para culminar la remontada. La gran defensa de los oscenses mató a los azulones. Los locales no dejaron jugar con comodidad a los de Alcoba y les hicieron perder 19 balones que aprovecharon para anotar al contraataque, marcando las diferencias.
El Melilla Baloncesto llegaba a Huesca como el único equipo invicto de la competición y como líder de la categoría, pero no pudo mantener esas dos condiciones en el Palacio Municipal de los Deportes. Un gran encuentro del Levitec Huesca despojó a los de Alejandro Alcoba, tras perder por 80-70, de su condición de imbatidos y les relegó a la segunda plaza, en favor del ICL Manresa.
Tras un mal inicio de partido, lo cierto es que los locales fueron mejores que el decano en casi todos los momentos del encuentro, pero sobre todo en el tercer cuarto, en el que rompieron el choque a su favor con un parcial de 21-12.
Los melillenses habían saltado a la cancha mas enchufados que su rival y dominaron claramente los primeros compases de la contienda, firmando un parcial de 0-8 que parecía presagiar un nuevo triunfo de los de Alejandro Alcoba. Pero las cosas se torcieron pronto, en concreto partir del minuto 2, cuando los oscenses reaccionaban de la mano del ex del Melilla Baloncesto Kevin van Wijk, quien, con cinco puntos consecutivos, metía a los aragoneses en el partido. Huesca había despertado y con una sólida defensa ahogaba el juego interior de los visitantes, que estuvieron casi tres minutos sin anotar. Para entonces los locales ya iban por delante en el marcador (11-8). Un triple de Javi Lucas igualaba el luminoso (11-11, minuto 5), pero la alegría duraba poco.
Los de Alejandro Alcoba seguían teniendo muchos problemas para acercarse al aro contrario y las pérdidas de balón se convertían en una constante, lo que aprovecharon los oscenses para ir abriendo brecha en el electrónico. Así, un parcial de 11-0 a favor de los locales dejaba claro que el de ayer no iba a ser un duelo fácil para el decano (22-11, a 3’34 del final del cuarto), pese a que en los últimos instantes conseguía reducir las diferencias (26-18).
La dinámica del partido no cambió en el segundo acto, en el que los melillenses seguían teniendo problemas para ajustar su defensa y Huesca continuaba dominando para llegar al minuto 16 con diez puntos de renta (40-30). Pero cuando más complicadas se ponían las cosas para los melillenses, un triple de Fran Guerra y siete puntos consecutivos de Edu Durán, junto a un excelente trabajo defensivo, permitieron a los de Alejandro Alcoba reducir la desventaja a la mínima expresión para marcharse al descanso con un esperanzador 42-40.
Esa igualdad se mantendría en el luminoso durante muchos minutos tras el intermedio, con los locales siempre por delante, pero con un Melilla Baloncesto trabajador que lograba mantenerse con vida, en un toma y daca que parecía que no iba a tener fin (52-50). El desgaste de ambos conjuntos era máximo y los errores se pagaban muy caros. Sin embargo, esta vez fueron los visitantes quienes se hundieron en los minutos finales de este tercer periodo para ver como Huesca firmaba un parcial de 11-2 que complicaba mucho las opciones de los visitantes (63-52).
Lo intentaron todo los de Alejandro Alcoba en el definitivo cuarto, pero el cuadro aragonés supo administrar a la perfección su renta para apuntarse el triunfo. Los melillenses se chocaron una y otra vez con la buena defensa local y perdían demasiados balones en el centro de la cancha, firmando sus peores minutos de la temporada. Y es que los jugadores del decano tardaron hasta cinco minutos en anotar su primera canasta de este cuarto decisivo. Bien es verdad que los de Guillermo Arenas tampoco anotaron más que dos puntos en esos mismos minutos, pero ellos iban por delante en el marcador y el reloj jugaba a su favor. El Levitec Huesca jugaba a eso y le sirvió para endosarle al Melilla Baloncesto su primera derrota del curso (80-70).
Guillermo Arenas: “Estuvimos muy bien, sin miedos ni dudas”
El técnico del Levitec Huesca era la viva imagen de la alegría después de que su equipo diese la campanada y venciese al Melilla Baloncesto, confirmando, además, su trayectoria ascendente. “En el inicio del encuentro ellos salieron con las ideas muy claras y nos metieron ese parcial de 0-8. Pero creo que nos rehicimos muy bien, tras el tiempo muerto, y supimos corregir para jugar como habíamos estado trabajando durante toda la semana. Melilla tiene una plantilla enorme y con mucha calidad, y sabíamos que teníamos que estar por encima de nuestro nivel para poder ganarles. Hoy -por ayer- estuvimos muy bien durante todo el partido, sin miedos ni dudas”, aseguró.
Por último, Arenas incidió en que su idea es “crecer a partir de la defensa y esta vez la llevamos a cabo a la perfección”.
Alejandro Alcoba: “Huesca no nos dejó ser nosotros como equipo”
El entrenador melillense cree que la clave de la derrota fue “el buen trabajo defensivo de Huesca, que no nos dejó ser nosotros mismos. Los oscenses dominaron el partido a través de la intensidad y la dureza en defensa, y no nos permitieron en ningún momento estar cómodos en ataque. Nos provocaron 19 pérdidas de balón, y no es que los hayamos echado fuera, si no que de esos 19 balones 14 nos los quitaron de las manos, nos los robaron en línea de pase y eso les posibilitó anotar con facilidad. No nos dejaron ser nosotros, pero no solo a los jugadores, ni al equipo técnico, como equipo nos sacaron del partido”.
Alejandro Alcoba espera que esta derrota sirva “para aprender de nuestros errores y entender que en esta liga cualquier rival te puede pintar la cara, aunque no hay que dramatizar”, recalcó.
