Ilma. Sra. Consejera de Cultura de la Ciudad Autónoma de Melilla
Nuevamente nos dirigimos a usted para proponerle una nueva denominación para una calle de Melilla, en la que todavía existen más de 20 calles dedicadas a falangistas, y otras veinte dedicadas a personajes vinculados a la sublevación militar de Julio de 1936. Incluso algunos, como el Tte. Sánchez Suárez, se encargó del reparto de armas entre los sublevados y miembros de Falange. Algún testimonio le sitúa en el grupo que acabó con la vida del alcalde electo de Melilla Antonio Díez Martín. Este teniente debe salir de modo inmediato del callejero de nuestra ciudad.
Es cierta que la vinculación de Melilla con el Ejército explica la abundante presencia de nombres militares en nuestras calles, y que esos nombres reflejan las diferentes etapas y épocas de la ciudad. Muchos de esos nombre no tienen vinculación alguna con la ciudad, otros sí, pero no hay ninguna calle que recuerde a los militares leales al gobierno legítimo de La República, derrocada con un pronunciamiento militar y posterior guerra civil.
Por este motivo proponemos la dedicación de una calle al capitán de La Legión y Teniente Coronel del Ejército del Este de la República, Aniceto Moisés Carvajal Sobrino, que obtuviera la máxima distinción militar posible, la Cruz Laureada de San Fernando en 1924. Estuvo muy vinculado a nuestra ciudad, en donde se casó en 1931. Además era yerno de otro militar leal a la República, y que también fue Comandante General de la Ciudad, y Coronel de Regulares de Melilla, Sebastián Pozas Perea.
Queremos que con estos nombre los militares de La República también estén reflejados en nuestro callejero. También proponemos que el comandante Virgilio Leret Ruíz sustituya al del teniente coronel Emperador, junto al Casino Militar. Es justo que se reconozca en el callejero a quién defendió la base de Hidroaviones del Atalayón, y no a quién la asaltó.
