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PSOE y CPM reunieron entre 1.800 y 2.000 votos por correo en 2008, según Abdel-lah

Tras dos intentos fallidos, ayer empezó el juicio por el caso voto por correo
(Autor: Guerrero)

Tras dos intentos fallidos, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga, con sede en Melilla, abrió ayer el juicio oral del caso voto por correo, nueve años y medio después de los supuestos hechos. El primero en declarar fue Nordin Abdel-lah, testigo principal de este caso, que trabajaba como auxiliar administrativo del Grupo Socialista en la Asamblea en aquel momento. Abdel-lah aseguró que en la campaña electoral de 2008 se prometieron planes de empleo a cambio de votos por correo para la coalición PSOE-CPM, lo que permitió a ambos partidos recoger entre 1.800 y 2.000 votos en sus sedes para llevarlos a la sede de Correos. Abdelah, que respondió durante una hora y media a las preguntas de la Fiscalía, y brevemente a las de su abogado, reconoció de esta forma la existencia de una trama para la compra de votos para la candidatura conjunta de PSOE y CPM. Según indicó, ambas formaciones decidieron unirse en coalición en aquellas elecciones “para obtener más votos” y lograr el escaño en el Congreso para Gregorio Escobar, y los dos en el Senado para Mari Cruz Escribano y Mustafa Aberchán.
Para ello, dijo que durante la campaña electoral se entregaron “cartas falsas” en los barrios de la periferia, dirigidas a personas desfavorecidas y en paro, a las que citaban en la sede de la Unidad de Promoción y Desarrollo (UPD), el organismo responsable de los planes de empleo, para el 18 de marzo de 2008, sólo 9 días después de la celebración de las elecciones.
Según Abdel-lah, él pudo escuchar una conversación entre los cuatro máximos responsables de ambos partidos en aquella época (Dionisio Muñoz y Alonso Díaz en el PSOE, y Mustafa Aberchán y Francisco Parra en CPM), en la que acordaron que se empezarían a enviar estas cartas “porque la gente no estaba yendo a votar”, circunstancia que se revertió con estas misivas porque “se notó bastante” el incremento. Nordin Abdel-lah afirmó además que el propio Parra le dijo que “las cartas salieron desde la sede de CPM”.

Las solicitudes de voto por correo
El testigo principal explicó que los dos máximos responsables del PSOE, a través del dirigente socialista Gabriel Jiménez Heredia, lo citaron apenas unos días antes de las elecciones para informarle de que cambiaría su puesto de trabajo en el Palacio de la Asamblea para ir a la sede de Juventudes Socialistas (JSME), donde se dedicó a rellenar solicitudes de voto por correo junto con la socialista Rabea Aomar.
También se encargó de hablar con los jefes de barrio para movilizar a los Distritos IV y V, los más deprimidos de la ciudad, para que fueran a pedir a los vecinos que votaran por correo a los candidatos de PSOE-CPM a cambio de un puesto en los planes de empleo. “Cada partido movilizaba a su gente, pero todos votarían a la coalición PSOE-CPM”, aclaró.
Esta consigna generó grandes colas en las sedes de ambos partidos, donde contaban con “paquetes enteros cerrados” de solicitudes oficiales de Correos. La mecánica era rellenar el impreso en las sedes de CPM y JSME, que estaban en el mismo edificio y separadas por un rellano, a las personas que acudían allí, muchas preguntando directamente por el puesto de trabajo. No pocas eran incluso analfabetas.
Una vez rellenada la solicitud, cada interesado llevaba la suya a Correos y después debía volver a las sedes de JSME y CPM con “el sobre marrón” en el que la Junta Electoral remite con la documentación electoral y las papeletas, que entregaba “cerrado” a quienes habían en dichos partidos.
Según señaló Nordin Abdel-lah, en la sede de JSME, donde estaba él, “manipulaban” los sobres marrones a puerta cerrada y por la noche, cuando ya no había nadie, para votar a la candidatura de PSOE-CPM. Los interesados, por lo tanto, “no sabían a quién votaban”, aunque “sospechaban que era a PSOE-CPM”.
Posteriormente, los votos iban siendo entregados en Correos por distintos dirigentes de JSME de manera fraccionada, “en tandas de 20 o 30 para no llamar la atención”.
No obstante, afirmó que una noche, cuando la sede de Correos ya estaba cerrada, acudió junto a Dionisio Muñoz y Gabriel Jiménez Heredia para llevar 200 votos, que recibió “una persona, que sería funcionario” de Correos. Aquella fue la única vez que se hizo una entrega con Muñoz, apuntó Abdel-lah, que calculó que en las sedes de JSME y CPM lograron recoger mediante este procedimiento entre 1.800 y 2.000 votos, repartidos en una proporción del 40% y 60%, respectivamente.

2.600 planes de empleo nominativos
Después, una vez hecho el trámite del voto, a todos los que pasaron por las sedes de PSOE y CPM les debería llegar la “carta falsa”. Admitió que hubo a quienes no les llegó y acudían a reclamarle a él porque era “la cara visible”, esperándole incluso en la puerta de su casa.
Cuando transmitió su preocupación en el partido, le dijeron que ese año habría un plan de empleo con 2.000 puestos nominativos para dar “uno a cada familia que votara a PSOE-CPM”. Hubo otro extraordinario a finales de 2008 con otros 600 puestos nominativos. Sin embargo, no fueron suficientes para dar respuesta a todas las promesas, por lo que “fue notorio el cabreo” entre los votantes. Fue entonces cuando Nordin Abdel-lah decidió dejar su trabajo en el PSOE.

“Todos en el PSOE lo sabían”
Abdel-lah señaló a Dionisio Muñoz como la persona que “organizaba” y quien “dio las instrucciones para gestionar el tema de la compra del voto por correo”. Aseguró que en la sede de JSME todo se hacía bajo las directrices de Muñoz y Alonso Díaz.
El testigo principal dijo que los planes de empleo fueron utilizados como “instrumento político” para ganar las elecciones y aseguró que “no había nadie en el PSOE que no supiera lo que se estaba haciendo”, aunque admitió que varios de sus dirigentes mostraron su disconformidad, como Gregorio Escobar, que era el candidato al Congreso, así como Ana Mansilla, que era responsable de la UPD, y Mari Paz Ojeda.
También afirmó que en los últimos nueve años, debido a su colaboración con la Justicia ha recibido presiones y amenazas y dejó claro que en anteriores campañas electorales en las que había trabajado con el PSOE nunca vivió “nada parecido” ni se tramitó el voto por correo.

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Redacción

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