A diferencia de Nordin Abdel-lah, la otra testigo principal del caso voto por correo, la exsecretaria de Organización de Juventudes Socialistas de Melilla (JSME), Ikram Aanan, no pactará con la Fiscalía porque su abogado solicitará su libre absolución. Su declaración ayer a la fiscal estuvo plagada de detalles, “el 80% innecesarios”, tal y como le dijo el presidente del tribunal, Federico Morales, para exigirle concisión en sus respuestas. Pero una de las cosas en las que más hizo hincapié Aanan fue el hecho de que la trama del voto por correo no se limitó a usar los planes de empleo para comprar votos para la candidatura PSOE-CPM en las generales de 2008, sino que también intentó “pagar favores” utilizando las subvenciones a entidades sociales. Aanan se refirió concretamente al caso de ASIS, una asociación que ella presidió hasta 2012, y que optó a un programa de subvenciones del Estado para entidades sociales, con el que éstas desarrollaban programas de carácter social en los que era necesario contratar a personas. En la práctica, era “una especie de plan de empleo” que dirigía la entidad social, y ella, como presidenta de ASIS, dijo haberse sentido “cohibida” para que esos puestos “se dieran a personas concretas”, entre ellas familiares directos del presidente de CPM, Mustafa Aberchán.
“Una de las consecuencias del procedimiento del plan de empleo de 2008 es que había personas cercanas muy enfadadas que no habían entrado a trabajar, y se utilizó a la entidad [ASIS] de forma paralela para adjudicar esos puestos de trabajo para tenerlos calmados y que no montaran más el espectáculo”, explicó Aanan.
La exdirigente de JSME aclaró al juez y a la fiscal que “una cosa tiene que ver con la otra” y que el plan de empleo de 2008 y la subvención estatal a entidades sociales “van de la mano”, porque “era para pagar favores que se prometieron en la campaña de 2008”.
“Reordenar” el relato
La declaración de Aanan a la Fiscalía, que se extendió durante algo más de una hora y media, estuvo marcada por cierta tensión, ya que el presidente del tribunal tuvo que intervenir varias veces para tratar de “reordenar” el relato de los hechos y pedirle que respondiera de manera concreta en vez de “irse por los cerros de Úbeda”.
También la fiscal le hizo este reproche, a lo que más tarde Aanan respondió lamentando que no le dejaba explicarse. Previamente, la fiscal ya le había advertido de que estaba haciendo una declaración distinta a la que había realizado en la fase de instrucción, a pesar de que Aanan había manifestado nada más empezar su relato que se ratificaba en todo lo que había dicho anteriormente. Y para comprobarlo, el Ministerio Público empezó a leer dichas declaraciones, algo que el juez cortó por considerarlo innecesario “por cuestión de orden y tiempo”, lo que también originó unas discrepancias entre ambos.
Minutos antes, Aanan había hecho constar al juez que los murmullos que su declaración estaba provocando en el resto de acusados le molestaban en su relato, por lo que pidió que se callaran “y guardaran lo que tengan que decir para su declaración”. Morales reaccionó amenazando con expulsiones y “medidas de orden” si tenía que hacer una segunda llamada de atención.
Y es que las reacciones de sorpresa entre algunos de los acusados fueron constantes ayer en las declaraciones de los dos testigos principales, pero sobre todo en la de Ikram Aanan, que dijo haberse sorprendido mucho por el supuesto papel que jugaron en la trama personas de las que no se lo esperaba, como su “mejor amiga” Nora Hammad, Sergio Martínez o Gabriel Jiménez Heredia.
Un día y medio en la sede de JSME
En su declaración, Aanan indicó que aunque en la campaña electoral estuvo un día y medio en la sede de JSME porque el exsecretario de Organización del PSOE, Alonso Díaz, le pidió que fuera a “echar una mano”, nunca sospechó que le estuviera mandando “a hacer algo irregular” ni sabía que “allí se estaba gestionando el voto por correo”. “Yo confiaba”, señaló al recordar que Alonso Díaz es policía local y Rabea Aomar, que estaba trabajando en la sede de JSME en la campaña electoral, es abogada.
Dijo que cuando acudió a la sede, se encontró con que había una gran cantidad de gente que salían a la calle y que lo que le ordenó hacer Nordin Abdel-lah era anotar el nombre, el DNI y el teléfono de las personas que acudían “para solicitar el voto por correo”. “Pensé que era una labor de partido y no vi nada raro”, señaló.
También mencionó el “ambiente festivo” que se vivía en la sede de CPM, situada entonces al otro lado del rellano, donde fue a hacer una fotocopia de un DNI y una de las hijas de Aberchán le dijo “este año sí que ganamos”.
Ikram Aanan apuntó que en aquel día y medio no vio sobres marrones del voto por correo en la sede de JSME, ni tampoco a Rabea Aomar hacer bases de datos, pero sí vio las cartas para los planes de empleo, una de las cuales había recibido su propio hermano discapacitado. “Pregunté y me dijeron que es que estaban recopilando documentos porque iban a denunciar”, aseveró.
Aanan dijo que en el día y medio que estuvo en la sede de JSME tampoco vio a Dionisio Muñoz ni a Mustafa Aberchán, pero se mostró convencida de que ambos “dirigían todo”. “Lo tengo clarísimo”, subrayó aclarando que sin la supuesta implicación de Muñoz “no sería posible” todo aquello, y “sin Aberchán, CPM no funciona”.
Hoy sigue su declaración
Esta mañana, en la segunda sesión del juicio, continuará su declaración con las preguntas de su abogado. Aanan ya dejó claro que no pensaba responder a los letrados de la defensa, a lo que éstos respondieron con una protesta por su desacuerdo. El presidente del tribunal señaló entonces que no considera que deba obligar a la acusada a declarar.
