El próximo 23 de noviembre se puede perpetrar uno de las mayores agresiones, no sólo contra el colectivo médico, sino contra los trabajadores sanitarios de Ceuta y Melilla.
En una mesa sectorial de la que se excluyó a Sindicato Médico de Melilla (es lo único en lo que se han puesto de acuerdo todos los sindicatos e INGESA en este tiempo), a pesar de ser el sindicato mayoritario en su ámbito de representación y ganador en sanidad en la Ciudad Autónoma de Melilla y, en la que se han incluido sindicatos que han obtenido menos delegados en la totalidad de INGESA que el Sindicato Médico de Melilla, sólo en Melilla, se va a decidir el futuro de los médicos de ambas ciudades.
La OPE actual es un engendro repulsivo de la que tendrían que avergonzarse sus impulsores; los numerosos remiendos ya sufridos, la escasez de plazas y la inseguridad que crea en los interinos, pueden ser la puntilla definitiva para la estabilidad laboral de los profesionales; ya son muchos los que se han marchado, fundamentalmente de Ceuta, a raíz de esta nefasta ocurrencia.
Los sindicatos médicos de Ceuta y Melilla, que representan a la inmensa mayoría de los médicos ceutíes y melillenses, no vamos a permitir que nos avasallen y que nos aplasten.
Las mesas sectoriales y delegadas se han convertido en instrumentos de dominación de los trabajadores, en la que la Administración y algunos sindicatos graciosamente a costa de nuestros impuestos, imponen sus criterios a los asalariados.
En la Sociedad del Conocimiento, según el famoso politólogo Karsten Krueger, los trabajadores más cualificados deben ser muy tenidos en cuenta, para permitir que los países y las organizaciones avancen; INGESA, sin embargo, los ningunea y los acalla, en un proceso implacable e inexorable de descapitalización intelectual.
Ante este terrible déficit democrático, expulsados los médicos de cualquier ámbito de negociación, en una situación inédita, no sólo en nuestro país, sino en Europa Occidental, la única alternativa que nos queda, a los trabajadores es el uso de la fuerza del trabajo, para defender, no sólo nuestros intereses, sino la Sanidad en Ceuta y Melilla.
Pero no sólo los médicos son víctimas de esta Pseudo-OPE: enfermeros, auxiliares, técnicos sanitarios, celadores, administrativos, personal no sanitario en general, etc., pueden ver gravemente perjudicados sus derechos de seguir adelante INGESA con sus intenciones.
La única solución para esta OPE-basura es, como su propio nombre indica, arrojarla a la basura, detenerla indefinidamente y negociar, a continuación, desde cero, una Mega-OPE de calidad, con todos los colectivos afectos.
Por todo ello, la próxima semana, salvo que INGESA rectifique, se votará en sendas asambleas, la convocatoria de huelga en Ceuta y Melilla para inicios del año 2018.
Las Comisiones Permanentes de los Sindicatos Médicos de Ceuta y Melilla
