Para saber si Dolors Montserrat sigue siendo ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, hemos tenido que visitar la página web del ministerio, ya que, dado el abandono sanitario en que está sumida Melilla, nos generaba dudas de si había alguien al mando o no.
Pero hemos comprobado, al menos virtualmente, que sí, que sigue cobrando el sueldo de ministra, por lo que debe seguir siéndolo, al menos en teoría.
Es habitual que los responsables políticos de sanidad de las diferentes autonomías se reúnan con frecuencia con los responsables de los respectivos sindicatos médicos autonómicos; en Melilla, dado que las competencias en sanidad (salvo salud pública), siguen en posesión del Gobierno Central, lo normal es que se hubiera reunido ya varias veces con nosotros, para trasladarle, de primera mano, problemas y soluciones de la maltrecha sanidad melillense. Lamentablemente no ha sido el caso.
Lo más cerca que este sindicato ha visto a la ministra fue, en su última visita, a muchos metros de distancia; para adecentar la visita, se eliminaron pacientes y personal de los pasillos, como si fuésemos escoria que hay que aislar, para intentar dar una imagen aseada e irreal de lo que realmente ocurre todos los días y, claro, estorbábamos tanto los pacientes como nosotros. Este tipo de visitas nos recuerda a las que se realizan en los países del tercer mundo, donde se elimina la basura, para que no le repugne al mandatario de turno.
Todo esto viene a colación de la reciente reunión del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, donde la ministra se mostraba muy preocupada por la falta de médicos en España, y presumía eufórica de haber creado un grupo de trabajo para "estudiar soluciones a corto plazo ante la necesidad de médicos, especialmente en zonas rurales y/o alejadas""
Es de un surrealismo inaudito que la ministra que ostenta el desprestigio de gestionar el territorio nacional (Ceuta y Melilla) con mayor fuga de médicos de España, se preocupe por el problema en el resto del Estado y, además intente liderar este proceso.
La realidad es que resulta muy difícil atraer médicos a Melilla y los pocos que vienen, salvo que tengan poderosos lazos familiares y personales con la ciudad, suelen marcharse. Para más inri, los distintos servicios sanitarios autonómicos españoles sí están compitiendo entre sí por atraer médicos; además las agencias de reclutamiento de médicos de media Europa tienen en España un vivero inagotable. Todo esto hace que los médicos melillenses sean tentados día sí y día también por excelentes ofertas de trabajo, tanto nacionales como internacionales.
La ministra no debe ir muy lejos si quiere saber qué hay que hacer, para atraer médicos y luego evitar que se marchen; se le ha enviado en varias ocasiones medidas concretas, tales como:
a. Que las plantillas estén ajustadas al volumen y área real de asistencia sanitaria.
b. Que los recursos técnicos estén ajustados al volumen y complejidad de la asistencia.
c. Que se sustituya a los profesionales en caso de baja laboral, permisos, vacaciones, etc.
d. Que no se hostigue a los profesionales.
e. Que no se impongan horarios atípicos.
f. Que si se fugan, porque INGESA, desde 2002 no ha hecho absolutamente nada por fidelizarlos, no obliguen al que se queda a asumir el trabajo de los ausentes, porque entonces, no sólo estamos degradando la calidad, sino que estamos convirtiendo al médico en una especie en extinción en nuestras ciudades autónomas.
g. Que exista una formación de calidad.
h. Que sea posible realizar actividades de investigación de calidad.
i. Que se pare la OPE, porque no fideliza médicos, sino que los expulsa.
j. Que se busquen fórmulas de incentivación laboral, económica y profesional.
k. Que se bareme el tiempo trabajado en Melilla con mayor puntuación, igual que se hace con otros colectivos de trabajadores públicos.
l. Que se considere área de difícil desempeño el área sanitaria de Melilla.
m. Que se tomen medidas reales contra las agresiones a sanitarios.
n. Que se remuneren las horas extras que se realizan todos los meses.
o. Que se facilite la conciliación de la vida familiar y laboral.
p. Que la ministra de Sanidad, que se sienta todos los viernes en el Consejo de Ministros tenga la voluntad y decisión para ejecutar las medidas a implementar, vía Parlamento, vía Consejo de Ministros o vía gestión directa.
Decía la señora ministra en fechas cercanas, en manifestaciones a un medio de comunicación nacional, en relación con el desafío independentista, que le dolía Cataluña; a nosotros también, como buenos españoles, nos preocupa todo lo que pueda ocurrir en nuestra patria.
Lo que parece dudoso es que le duela Melilla; mientras que Cataluña ha recibido ingentes cantidades de dinero público para su sanidad y cuenta con excelentes ratios de recursos humanos y tecnológicos sanitarios, dentro de España, nuestra pobre Melilla cuenta con la tasa nacional más baja de médicos, enfermeras y camas por habitante del territorio nacional, y sólo dispone de un exiguo hospitalito comarcal, muy pobremente dotado, para atender toda el volumen y complejidad de Melilla y de Marruecos.
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Los profesionales sanitarios dicen “NO” a la Oferta Pública de Empleo que proponga INGESA
