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Tragsa empieza a trabajar en el futuro hospital tras casi 6 años con las obras paralizadas

El director territorial del Ingesa, Francisco Robles, y representantes de las empresas públicas Tragsa e Isdefe, que se encargarán de las obras y la dirección facultativa, respectivamente
(Autor: Guerrero)

La Delegación del Gobierno en Melilla acogió ayer la firma del acta de replanteo como el “primer paso” para reanudar las obras de construcción del futuro Hospital Universitario de Melilla, un proyecto que lleva paralizado desde hace cinco años y medio debido a una serie de discrepancias entre la constructora adjudicataria y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) que terminaron en los tribunales. Al acto asistieron el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, y el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, que coincidieron en señalar que se trataba de “un día importante” que dejaba atrás no pocas dificultades administrativas. El director territorial del Ingesa, Francisco Robles, y representantes de las empresas públicas Tragsa e Isdefe, que se encargarán de las obras y la dirección facultativa, respectivamente, firmaron ayer el acta de comprobación de replanteo e inicio de las obras para la demolición y trabajos previos de acondicionamiento de la parcela.
Casualidades de la vida, la firma que permitirá reiniciar los trabajos en torno al Hospital Universitario coincidió con el octavo aniversario de la colocación de la primera piedra de la obra, para la que vino la exministra de Sanidad socialista, Trinidad Jiménez aquel 23 de noviembre de 2009.
El acondicionamiento de la parcela que se firmó ayer supondrá seis meses de trabajo y una inversión de 1.922.184,56 euros. Según dijo uno de los responsables de la empresa pública, la intención era empezar ayer mismo por la tarde con las obras.
Entre otras actuaciones, se demolerán prácticamente todos los antiguos edificios que quedan en la parcela del Hospital Militar. Sólo se mantendrán la basílica, que es un inmueble protegido, y el Salón de Té, tal y como estaba reflejado en el acuerdo con el Ministerio de Defensa.
El resto se echarán abajo, la gran mayoría con métodos manuales, ya que contienen fibrocemento, lo que requiere de una gestión de residuos específica.
También se adecuará la parcela, para lo que se demolerá buena parte del cerramiento y se levantará un vallado de obra para instalar posteriormente el que tendrá definitivamente el Hospital Universitario.
En cuanto a los árboles que hay en la zona, ayer se dio a conocer que algunos se mantendrán, otros se retirarán para volverlos a plantar en la urbanización de la parcela, y los que se encuentran en mal estado serán retirados.
Posteriormente, será el momento de reiniciar las obras de construcción del Hospital Universitario, que según los cálculos de Imbroda, podrían prolongarse durante tres años hasta su finalización.

Nuevo proyecto
Mientras se daba por zanjado el procedimiento judicial, el Ingesa ha tramitado sendas encomiendas de gestión a las empresas públicas Isdefe y Tragsa para reiniciar las obras.
Así, Isdefe, que es una empresa pública de consultoría e ingeniería de la Administración General Española, se ha encargado de redactar un nuevo proyecto de ejecución para reiniciar las obras de construcción del hospital, lo que permitirá finalizarlas tras varios años paralizadas.
Este nuevo proyecto, que supondrá una inversión de cerca de 80 millones de euros, permitirá seguir adelante con las obras “con garantías y dando solución a los aspectos y deficiencias detectadas tanto de proyecto original como de ejecución de las obras, además de adaptarse al nuevo plan funcional del futuro hospital”.
La cuantía económica, como destacó Robles en declaraciones a los periodistas, supone prácticamente más del doble de lo que el anterior Gobierno de Zapatero había destinado en el proyecto original, y que fue “uno de los motivos por los que esta obra se tuvo que paralizar”.
No en vano, recordó que poco después de la adjudicación, se acordó un modificado entre la anterior Administración sanitaria y la constructora que encarecía el proyecto en cerca de un 20%, el límite que permite la ley.

Una nueva etapa
Según el Ingesa, con el acto de ayer se inicia una nueva etapa, después de que fuera firme la sentencia de la Audiencia Nacional con la que se cerró el proceso judicial iniciado de forma pública el 20 de diciembre del 2012, con la suspensión de las obras de construcción por orden del Juzgado de lo Central Contencioso Administrativo número 9.
Aquella suspensión formó parte del proceso iniciado por la demanda de la empresa que resultó adjudicataria de las obras contra una resolución de la Dirección del Ingesa del 26 de septiembre del 2012, por la que quedaba aprobado el proyecto modificado número 1 de la construcción del Hospital Universitario.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo Sección cuarta de la Audiencia Nacional notificó una sentencia en julio del 2016 que daba por extinguido el contrato de la obra, cuya liquidación dio por acabado el procedimiento después de evaluar el proyecto original y la ejecución de las obras.
Tanto El Barkani, como Imbroda y Robles no dudaron en mostrar su alivio y satisfacción por la firma del replanteo, porque eso supone pasar página a unos años marcados por los problemas judiciales que ha dado este proyecto.
“Hoy [por ayer] vemos la luz al final del túnel”, dijo el delegado del Gobierno, mientras que el director territorial del Ingesa apuntó que era “un día de celebración”, si bien consideró que no era el momento de “mirar atrás” porque las propias sentencias judiciales señalan “dónde está la responsabilidad” de toda esta situación.

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Redacción

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