Para Concepción Cascajosa, directora del Máster en Guión en Cine y Televisión, las series de televisión son importantes porque reflejan el mundo en el que vivimos y sirven para entenderlo, por tanto, más allá de que estén bien hechas, tengan buena fotografía o estén bien interpretadas, las series nos colocan o posicionan determinados temas que tienen que ver con los problemas de la globalización, refugiados, corrupción, auges de populismo y otras cuestiones que nos afectan y, por esos motivos, las series nos ayudan al debate en el espacio público. La profesora de Comunicación Audiovisual de la Universidad Carlos III considera que se trata de una expresión cultural y, en este sentido, ha señalado que la mayoría de la gente que las hace están muy interesadas en la realidad actual y están muy en contacto con la literatura con el arte o la política. De hecho muchas series vienen del ámbito de la política y son los propios políticos los que expresan sus creencias sobre el funcionamiento del sistema política norteamericano a través de sus propias experiencias. Se trata de un magnífico ejemplo de cómo gente que se han dedicado a profesiones muy diversas luego por diferentes motivos acaban trabajando en series televisivas para poder explicar y desarrollar sus ideas en un contexto dramático, porque evidentemente se trata de entretener.
Carcajosa que acaba de participar en las jornadas “Melilla en serie” organizadas por el Centro UNED, comentó a MELILLA HOY que la existencia de las series se remonta a los año 50 o incluso antes, pero que ahora han ocupado una posición central. “Cuando se ve por ejemplo un discurso de Obama o cuando se intenta explicar a determinadas figuras políticas, se recurre a series de TV porque en el siglo XXI tienen una relación tan directa entre los que está pasando y lo que pasa en la ficción, que hace que se conviertan en un elemento de discusión inmediato”. A modo de ejemplo recordó que tras el atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, tan sólo a las tres semanas ya se emitió un capitulo en TV que trataba del terrorismo en el Al Oeste de la Casa Blanca y un mes y unos días después se ofrecía un capítulo de una serie televisiva que hablaba de cómo era la vida de los bomberos y la policía de NY después del atentado.
En este sentido, la autora de “La cultura de las series”, señaló que una película a veces tarda en ver la luz dos, tres o cuatro años, mientras que las series gozan de mayor inmediatez. “Ya tenemos seres que están mostrando las reacciones a la victoria de Trump”.
