El encuentro se decidió en dos momentos claves, el primero en el tercer cuarto, en el que el conjunto de Alejandro Alcoba se mostró flojo en defensa, y el segundo en los últimos minutos del choque, en el que los azulones -ayer de blanco- estuvieron muy erráticos de cara al aro. Lo mejor de los jugadores del decano en el partido que disputaron en Oviedo fue su acierto en los tiros de dos (con un 57%), mientras que lo peor los 13 balones perdidos (en comparación con los 7 del rival). En valoración, 85 tantos sumaron los locales por solo 67 de los visitantes.
El Melilla Baloncesto cayó ayer en la cancha del Unión Financiera Baloncesto Oviedo por 79-69, cortando así una racha de tres victorias consecutivas. Lo cierto es que el equipo de Alejandro Alcoba comenzó bien, pero la presión defensiva de los locales hizo que el choque se fuera al descanso igualado (36-37). Los jugadores del decano salieron despistados en el tercer acto y no fueron capaces de ajustar el marcador hasta la segunda mitad del último cuarto, pero en los minutos decisivos los de la camiseta blanca fallaron más de la cuenta y acabaron perdiendo en ‘Pumarín’.
Al conjunto melillense le costó algún tiempo encontrar su ritmo en el parqué del Pabellón de Oviedo pues, tras los dos puntos iniciales de Djuran, encajó un parcial de 6-0. Sin embargo, en un visto y no visto los de Alejandro Alcoba, llamados a estar en lo alto de la clasificación por presupuesto y por la calidad de su plantilla, dieron la vuelta al luminoso ofreciendo unos muy buenos minutos, muestra del talento de sus jugadores pasando del 6-2 al 6-17. Encontraron muchos espacios ante un rival, el equipo entrenado por Carles Marco, que estuvo muy débil en defensa.
El acierto del Melilla Baloncesto -que lució en esta ocasión su segunda equipación- de cara al aro y la presión incesante en defensa hizo que se impusiera con claridad y comodidad en el primer cuarto (11-24).
La dinámica del conjunto visitante cambió mucho la en el segundo asalto y es que en frente se topó con un Unión Financiera mucho más duro en defensa. Le costó entonces ver aro al Melilla Baloncesto, recibiendo un parcial inicial de 10-4 y la sangría fue aumentado por el oficio de los anfitriones, sin que los de Alcoba pudieran hacer nada por tapar la hemorragia. De este modo, los asturianos fueron reduciendo la diferencia hasta ponerse un punto abajo al intermedio (36-37), tras sumar un parcial de 8-0.
El partido arrancaba de nuevo en la segunda parte. El Unión Financiera salió desbocado después del paso por los vestuarios (sumando 28 puntos en el tercer periodo) y eso pilló al Melilla Baloncesto muy despistado y sin saber por donde le caían los golpes rivales. Tardó un minuto el cuadro ovetense en empatar el choque a 40 y a partir de ahí el decano se desinfló totalmente encajando parcial tras parcial. Los pupilos de Alejandro Alcoba estaban totalmente desubicados, noqueados. De ello se aprovecharon los locales demostrando que lo del Unión Financiera Oviedo también es un proyecto muy serio.
En el último acto fueron los jugadores de la elástica blanca los que comenzaron más entonados, merced en gran parte a los puntos de Pablo Almazán, líder en la faceta ofensiva. Si bien los visitantes no consiguieron una anotación espectacular sí que se pusieron el mono de faena para evitar que el rival moviera el balón con comodidad y los del Principado comenzaron a fallar lo que hasta entonces habían metido sin problemas.
De esta manera, el Melilla Baloncesto fue reduciendo la desventaja hasta colocarse a cuatro puntos (66-62), con la canasta de Diego Kapelan, y así volvía a meterse de lleno en la contienda a la vez que intentaba llevar los nervios a las filas del Unión Financiera. No obstante, al final no aparecieron los fantasmas en los locales, sino que el Baloncesto Melilla erró en el momento menos oportuno y la distancia se volvió a ampliar incluso a once puntos (75-64 a falta de tres minutos para la conclusión), una diferencia que apenas ya pudo reducir (79-69).
Alejandro Alcoba: “Cometimos errores graves y nos faltó concentración”
Tras la derrota, el técnico del Melilla Baloncesto se mostró disgustado por el partido. “Estoy cabreado porque hubo un momento del choque en el que estuvimos a la altura. Nos fuimos 24-11 en el primer cuarto, pero poco a poco nos fuimos diluyendo, y ellos cogieron confianza y pusieron una intensidad muy alta. Jugaron a lo que no queríamos nosotros, a correr y a robar balones”. Alejandro Alcoba considera que el encuentro se rompió a la mitad del tercer cuarto, incidiendo en que este momento “fue definitivo”.
Además, añadió que “Maynard desde la defensa e intensidad contagió a todo su equipo”. Alcoba también destacó que los suyos no le perdieron la cara al partido, como es habitual, pero “cometimos errores, nos faltó concentración y comunicación. No hay que quitarle méritos al rival, pero mi equipo no puede cometer esos errores”.
El entrenador del decano insistió en que no está “contento” y en que necesita que “los jugadores secundarios aporten más al equipo y den más estabilidad. Este es un toque de atención, así no podemos seguir, fallando en acciones puntuales y en agresividad”, apuntó.
Miki Servera fue baja debido a una fascitis plantar
El jugador Miki Servera fue baja ayer y lo será el próximo martes en Ourense, debido a una fascitis plantar que arrastra desde hace varias semanas. Tras los problemas para poder ejercitarse con normalidad, los servicios médicos del Melilla Baloncesto decidieron que el base mallorquín descansase para seguir con el tratamiento. Servera no viajó con la expedición y se perdió el encuentro ante el Unión Financiera Oviedo, así como tampoco jugará el martes ante el Ourense Río Termal. Se espera que el jugador se reincorpore a los entrenamientos durante la próxima semana.
