La Casa de Melilla en Toledo ha cumplido 24 años y sus socios lo han celebrado este fin de semana con una serie de actividades. La primera, una visita cultural, que correspondió al mundo hebreo, con la llegada a la Sinagoga del Tránsito y Museo Sefardí.
Luego fueron en busca del mundo árabe con la visita de la mezquita del Cristo de Luz. Cuenta la tradición, que cuando Alfonso VI, entró en Toledo, su caballo se arrodilló delante de esta mezquita toledana, que está en la antigua entrada de Toledo, al ver una luz interior, que descubierta posteriormente reflejó un crucificado tipo bizantino, y que hoy mantiene una réplica del mismo.
Finalizaron la mañana con la visita a la exposición de un nieto de Ramón y Cajal, sobre pinturas para Batallas de Guerra, instalada en la planta principal del Museo del Ejército.
Posteriormente, unas 70 personas degustaron un menú, preparado al respecto, y en el mismo homenajearon a su socio de honor, Miguel Martín Bernardi, reciente medalla de Oro de la Ciudad Autónoma, y segundo jefe de JEME, que acompañado de su esposa presidió el acto, admirando el poder de convocatoria de esta celebración, a la que se unieron también los últimos viajeros de nuestra reciente excursión a Melilla y Marruecos.
“Un día feliz y extraordinario” con el que la Casa de Melilla en Toledo ha empezado a preparar su 25 aniversario, ya que también asistió a la comida el coronel director de la Academia de Infantería Javier Marcos, con el que lanzaron las primeras propuestas para un concierto aniversario con la banda oficial de la Academia.
