Los azulinos demostraron facilidad para generar peligro, sobre todo en el inicio del partido, en el que dispusieron de varias ocasiones para marcar. Lopeor, que los jugadores de Manolo Herrero se obcecaron en volcar el ataque casi exclusivamente por la banda derecha. El Estadio Nuevo Arcángel acogía ayer lunes de nuevo un partido de fútbol, en esta ocasión el escenario era testigo del enfrentamiento del filial blanquiverde ante la U.D. Melilla. No por ser habitual ya para el Córdoba B deja de ser extraño que se dispute un partido el primer día de la semana por la tarde en horario laborable y más para un Melilla acostumbrado a disputar todos sus compromisos los domingos por la mañana.
Los entrenadores de ambos conjuntos, con dos derrotas en las dos últimas jornadas, hicieron variaciones buscando el camino hacia la victoria, aunque en el caso del filial cordobesista también se debía a las seis bajas con las que contaba el técnico Jorge Romero.
El encuentro arrancó con los visitantes muy enchufados, ya que las tres primeras oportunidades tuvieron color azulino. Zelu, en el minuto 2 y tras un contraataque, disparó aunque el meta local evitó el tanto. Poco después, el propio Zelu remató flojo fácil para Marcos Lavín. En el minuto 11, Zelu fue protagonista de nuevo al realizar una gran jugada por la banda derecha aunque su centro no llegó a cabecearlo bien Nacho Aznar. En la jugada siguiente llegaría el mazazo para los unionistas, cuando Sebas Moyano, el mayor talento del cuadro cordobés, se inventó una acción personal fantástica que culminó con un latigazo ante el que nada pudo hacer el meta Dani Barrio.
El gol blanquiverde pareció borrar del mapa a los de Manolo Herrero, que veían como su rival en la única ocasión clara que dispuso se colocó por delante en el marcador. Los minutos del primer acto iban avanzando sin nada destacado por parte de ambas escuadras, aunque el partido se veía interrumpido porque el Córdoba B tuvo que hacer hasta dos cambios por lesión. Justo antes de que el árbitro pitara iba a llegar otra acción que marcaría el encuentro y es que Álex Cruz vio la segunda amonestación amarilla, debido a que el colegiado extremeño entendió una simulación dentro del área.
Tras el paso por los vestuarios, la U.D. Melilla no parecía acusar la inferioridad numérica. Si el comienzo del partido había sido bueno, el inicio del segundo periodo no le fue a la zaga. Los melillenses lo intentaban y fruto de ello llegó la oportunidad de Juanma Espinosa, que disparó desde la frontal aunque su chut se marchó desviado. También tuvo la suya el Córdoba B, cuando una buena jugada de Laro Setién habilitó a Aguado, aunque el tiro del jienense acabaría en saque de esquina.
Como si el guión se repitiese con respecto a la primera parte, cuando la escuadra de Manolo Herrero mejor se encontraba, Andrés puso a la postre el definitivo 2-0. El juvenil cordobesista mandó al centro de la red un balón colgado por Laro Setién. La losa ya era demasiado pesada para el equipo azulino, que acabó noqueado con este segundo tanto y que ni tan siquiera con los cambios Manolo Herrero consiguió cambiar la dinámica, con lo que la U.D. Melilla hincó la rodilla por tercera semana consecutiva (Villanovense, Mérida y Córdoba B), lo que le hace despegarse aún más de la zona de play off de ascenso. En concreto, se sitúa decimosegundo a cuatro puntos de los lugares de privilegio.
