En la madrugada del 5 de marzo de este año, la conducta sospechosa de un individuo llamó la atención de una vigilante de la prisión encargada de las cámaras. La vigilante enfocó y siguió al joven sospechoso y pudo presenciar cómo éste reventaba la ventanilla de un vehículo estacionado para introducirse en el interior. Tras dar el aviso y la descripción, la policía detuvo al presunto delincuente a apenas una calle del lugar del robo. La defensa, aludiendo falta de pruebas y argumentando que las imágenes de la cámara no son nítidas, pidió la absolución del detenido, mientras que el Ministerio Fiscal interesó para él una pena de dos años y medio de prisión sin posibilidad de suspensión debido a sus antecedentes.
Según la descripción de los hechos, sobre la medianoche del día 5 de marzo de 2017, se produjo un robo en un vehículo estacionado en la calle Río Darro (Monte María Cristina, justo en frente del centro penitenciario). Del coche, pese a que sufrió significativos daños -una ventana rota y una agarradera arrancada- se sustrajeron únicamente unas gafas de sol.
Según el relato aportado por la vigilante de seguridad encargada de las cámaras del perímetro exterior de la prisión, sobre la medianoche vio a un individuo menudo -cuyo rostro no fue posible reconocer por la falta de nitidez de las imágenes- ataviado con una sudadera de cuadros merodeando por la zona. Le llamó la atención que el individuo se agachase a coger un objeto del suelo, y que tratase de “disimular” cuando aparecían coches por la carretera, motivo por el cual decidió seguir enfocándole, hasta que vio cómo rompía el cristal de un vehículo estacionado haciendo uso del objeto que había cogido del suelo.
Tras presenciar los hechos, la vigilante de la prisión llamó a la policía y dio la descripción del sujeto.
Según la declaración del agente responsable de la detención, el primer efectivo en llegar al lugar de los hechos fue un agente de paisano, que les indicó que el sospechoso se había “metido” por la paralela, la calle Isla del Rey.
Cuando los agentes llegaron, identificaron al joven supuestamente responsable del delito saliendo de un portal, que vestía las mismas ropas descritas por la vigilante, de modo que lo detuvieron acusado de un delito de robo con violencia o fuerza en las cosas.
La defensa, que trató de sustentarse en que las imágenes no permitían la identificación del rostro del joven, pidió la absolución del acusado por falta de pruebas concluyentes, e interesó para el acusado, en el caso de que el juez no estimase oportuna la absolución, que se dictase una pena para un delito de robo con fuerza en grado de tentativa, ya que “no se puede demostrar que el acusado llegó a robar algo del interior del coche”
La Fiscalía, por su parte, interesó para el acusado una pena de dos años y seis meses de prisión.
Antecedentes por hasta 4 delitos en 2016
El Ministerio Fiscal se opuso a la suspensión de la pena de prisión para el acusado, toda vez que durante el proceso se desveló que tenía antecedentes penales, concretamente por un total de cuatro delitos diferentes por los que se le había juzgado y condenado a lo largo de 2016. De entre los delitos que componían estos antecedentes penales, se encuentran varios de robo con violencia y un delito contra la seguridad vial.
