El consejero de Fomento, Javier González, se comprometió ayer a “buscar soluciones” para intentar conceder ayudas públicas a la reparación de viviendas irregulares que resultaron dañadas por el terremoto del 25 de enero de 2016, cuyas solicitudes no han sido aceptadas por el Estado por no cumplir los requisitos. González, ante una pregunta de Coalición por Melilla, explicó que aún no se había terminado de dar las subvenciones a las solicitudes que cumplen los requisitos, pero instó a esperar a finalizar este proceso para buscar soluciones “en función del dinero sobrante y la legalidad”.
Así, recordó que no todo el dinero de esta convocatoria pública de ayudas ha sido aportado por el Estado, sino que hay parte financiada por la Ciudad Autónoma, con la que “se estudiará de forma legal cuántas ayudas se pueden dar”. “El interés es darla al mayor número posible, porque nadie ha tenido culpa del terremoto”, aseveró el consejero.
De esta forma, quiso contestar al requerimiento del portavoz cepemista, Hassan Mohatar, para que se atendieran “las peculiaridades” de nuestra ciudad, ya que había vecinos de la Cañada y Reina Regente a los que se les habían denegado estas ayudas por no tener regularizadas sus vivienda, si bien podían demostrar que residen en ellas por facturas.
A juicio del cepemista, se estaba haciendo un “agravio comparativo” con los vecinos de estos barrios, una acusación que el consejero quiso frenar al recordar que de las cuatro solicitudes de Reina Regente, tres han sido admitidas.
