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La circunvalación está colapsada, el caos se traslada a la frontera de Farhana

Tras la consecución del objetivo de despejar de comercio atípico el paso fronterizo de Beni Enzar, todo el tráfico rodado se ha trasladado a Farhana, colapsando la circulación y provocando cortes diarios de la circunvalación, que ahora está siendo plenamente destinada a albergar las colas de coches que esperan su turno para cruzar la frontera cargados de mercancía. Estos cortes, que producen un grave perjuicio a los melillenses que viven en las inmediaciones, se producen en una situación extremadamente irregular, no sólo por que haya cientos de vehículos estacionados a contramarcha en plena vía, sino también por que sus conductores llenan la vía de objetos, como piedras o neumáticos, para guardar sus sitios en la cola. La situación de caos no ha desaparecido, se ha trasladado, y la fila de coches ha llegado algunos días a alcanzar la rotonda de los pinos, con el consiguiente perjuicio que esto supone para el ciudadano, además del peligro para la circulación.

Tras las medidas de restricción del paso de mercancías que comenzaron a llevarse a cabo en la frontera de Beni Enzar hace algunas semanas, motivadas por la necesidad de liberar ese puesto fronterizo de las aglomeraciones que sufría debido a la presión del comercio atípico, parece que toda esa presión se ha trasladado a un puesto que, a todas luces, no está habilitado para absorber la carga de tráfico que generan los miles de vehículos que realizan el transporte de las mercancías día a día.
Las colas de vehículos estacionados -la mayoría de ellos marroquíes- en la fila para pasar la frontera colapsan la circunvalación, vía que la Policía Local corta a diario, provocando un grave perjuicio a la circulación en la zona y obligando a muchos vehículos melillenses a “cortar” por el camino sin asfaltar de Huerta Serón. Estas colas se forman durante todo el día, y han llegado a alcanzar la rotonda de los Pinos.
Los vecinos de la zona, que tenían en la circunvalación un buen desahogo -dado que la carretera de Farhana desemboca en una de las zonas más transitadas de Melilla en hora punta-, no entienden cómo se puede cortar una carretera local, que al fin y al cabo es de los melillenses, para que terceras personas obtengan beneficios haciendo un uso irregular de la misma. Este uso irregular no sólo se limita al estacionamiento de vehículos en plena vía, a contramarcha, sino que los “comerciantes” utilizan piedras y neumáticos para “guardar” sus puestos en la cola, invadiendo con éstos objetos la calzada que, cuando se despeja, queda repleta de obstáculos.

Falta de previsión

Pese a que el plan de despejar Beni Enzar ha terminado por ser un éxito, dado que el paso es ahora muy fluido, no parece que desde Delegación se hayan valorado las consecuencias, por otra parte obvias, de restringir el paso de mercancías a tan sólo un puesto -Farhana- que no cuenta con la infraestructura suficiente como para poder absorber todo el tráfico existente.
Son precisamente la falta de previsión y la falta de inversión en infraestructuras las que están provocando que se improvise con otras infraestructuras, como la circunvalación, para poder manejar el volumen de comercio atípico, en perjuicio de los intereses de todos los melillenses que no nos beneficiamos del estas actividades.

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Fernando Lamas Moreno

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