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Todos pendientes de Cataluña

Habrá que ver si hoy, tras el recuento, esos malos augurios de obtener un Parlament ingobernable se hacen realidad. Lo deseable sería todo lo contrario, porque en Cataluña hace falta abrir, ya, una etapa de sensatez y lealtad hacia el conjunto del país. En manos de los 5,5 millones de catalanes convocados a las urnas está Melilla, como el resto de España, estará hoy pendiente de Cataluña, donde se celebran las que algunos han bautizado como unas de las elecciones más atípicas desde la restauración de la democracia en España por varios factores. Para empezar, los comicios fueron convocados por el Gobierno por la aplicación por primera vez del artículo 155 de la Constitución Española en sus casi 40 años de vida. Además, son las primeras elecciones en territorio español que se celebran en un día laborable desde las generales de 1982. A ello se suma la ausencia de varios de sus candidatos por diferentes razones. Cuatro de ellos están fugados de la Justicia española en Bruselas (Carles Puigdemont, Meritxell Serret, Toni Comín y Clara Ponsatí), y otros tres están en la cárcel (Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sànchez).
De estos siete candidatos «ausentes», dos son los cabezas de lista de las dos principales candidaturas que defienden el independentismo, JuntsxCat y ERC, que afrontan esta cita electoral con el temor de que la victoria en las urnas catalanas, por primera vez en mucho tiempo, sea para un partido constitucionalista. Si eso ocurriera, sería la segunda vez en la etapa democrática en Cataluña, después de la cita de 2003, en la que el PSC ganó por la mínima a CiU, partido que se había impuesto en todas las elecciones catalanas desde la etapa democrática en España, logrando un 31.18% de los votos, frente al 30.93% obtenido por la candidatura nacionalista.
Los independentistas ven cada vez más cerca esa «amenaza» de victoria constitucionalista gracias al empuje de Ciudadanos, un partido que se perfila como el ganador en las urnas, pese a que aún se podría englobar dentro de las formaciones emergentes o de la nueva política. No hay que olvidar que la formación naranja fue creada hace apenas una década, en 2006, como respuesta frente al auge del nacionalismo en Cataluña, y aunque en la última legislatura ha ejercido el papel de líder de la oposición como segundo partido más votado tras la coalición Junts pel Sí formada por Convergencia y ERC, en sus tres primeras participaciones en las elecciones catalanas (2006, 2010 y 2012) obtuvo una mínima representación con 3, 3 y 9 escaños, respectivamente, de los 135 que tiene el Parlament.
La fuerza que ha desplegado Inés Arrimadas como mayor azote del independentismo en la campaña ha generado todo tipo de ataques contra ella y su partido por parte de los separatistas, que se prolongaron incluso ayer en la jornada de reflexión. Una muestra más, la enésima, de la fractura social y el ambiente de crispación que reina en Cataluña, acrecentado en los últimos meses tras el fracaso del referéndum ilegal del 1 de octubre, que no deja de ser un pesado lastre de consecuencias muy negativas no sólo en territorio catalán, sino también en el conjunto de España, como también hemos podido sufrir, lamentablemente, en Melilla con ejemplos como la falta de agentes de refuerzo en nuestras fronteras o el retraso de los Presupuestos Generales del Estado.
Todos en España estamos deseando que hoy se pase página a la locura independentista que se ha vivido en Cataluña, que también han sufrido nuestros paisanos melillenses que un día decidieron emigrar allí, aunque lamentablemente, no parece que el 21D vaya a resolver la situación a juzgar por las encuestas, que pronostican un Parlament muy fragmentado, sin mayorías absolutas en ninguno de los dos bloques, avivando la mecha de la inestabilidad. Habrá que ver si hoy, tras el recuento, esos malos augurios de obtener un Parlament ingobernable se hacen realidad. Lo deseable sería todo lo contrario, porque en Cataluña hace falta abrir, ya, una etapa de sensatez y lealtad hacia el conjunto del país. En manos de los 5,5 millones de catalanes convocados a las urnas está.

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