La asociación cultural dos orillas, desea manifestar su rechazo categórico a las declaraciones del Sr. Donald Trump, Presidente de los EE.UU de América, en las que declaraba a Jerusalén capital del estado de Israel. Ello ha originado en todo el mundo una ola de indignación y contestación contraria ante esta afirmación desafortunada, que nos lleva hoy aun más a la confrontación y nos aleja de la paz que tanto anhelamos entre los pueblos hermanos palestinos e israelíes.
Naciones Unidas, Europa, áfrica, el mundo sudamericano y asiático así como una inmensa mayoría del pueblo Norteamericano, junto a los países árabes y musulmanes la han deplorado y se han opuesto a ella, también de todos los rincones del planeta tierra se han alzado contra la misma, grandes personalidades han dejando sentir sus voces y escritos:, filósofos, científicos, escritores, deportistas, políticos, etc.. y lo más importante de este rechazo frontal a estas declaraciones es la de la propia comunidad judía en las voces de sus más distinguidas y destacadas personalidades.
Nosotros que vivimos en una región en la que nuestra historia nos ha dejado un brillante y extraordinario legado, Al Ándalus, faro de la cultura y civilización del mundo en aquella época, en la que judíos, musulmanes y cristianos convivían fraternalmente en paz y armonía, y en donde grandes personajes de la comunidad judía como Maimónides (filosofo, medico y rabino) destacaban y brillaban en el mundo musulmán. Históricamente siempre imperios y países musulmanes han sido los que han protegido con todas sus fuerzas al pueblo judío en los momentos de mayor persecución que padecieron en su historia.
En Europa en los siglos pasados, cuando aun no existían los EE.UU de América, se les perseguía, expoliaba, expulsaba y a muchos los aniquilaban, eran los tiempos de los famosos pogromos. En concreto en España, fue la inquisición española la que utilizó las torturas mas terroríficos y sanguinarias contra minorías cristianas, judíos y moriscos españoles, y ser estos últimos expoliados y expulsados. Muchos de los expulsados se dirigieron a Marruecos donde se les recibió y protegió como unos ciudadanos mas, llegando incluso a altos cargos de la administración. Hay que señalar que a estos judíos se les denominarían sefarditas para distinguirlos de los judíos autóctonos de Marruecos que eran de etnia Amazigh o Bereber. No debemos nunca olvidar que en la terrible y atroz persecución de Hitler y de los nazis a los judíos, el Sultán de Marruecos Mohamed V se opuso categóricamente al gobierno de la Francia colaboracionista de Vichy (Jefe del Estado Francés, el mariscal Philippe Pétain) a entregarlos, al decirles que eran ciudadanos marroquíes y estaban bajo su protección, salvándolos de las garras del nazismo. Por ello en Israel al Sultán Mohamed V se le otorgó el titulo de JUSTO ENTRE LOS JUSTOS, y se le hizo también un busto.
Un gran porcentaje de ciudadanos israelíes son marroquíes y muchos han tenido y tienen importantes cargos en su administración, ellos conociendo el sufrimiento y padecimiento que a lo largo de su historia han tenido, deberían actuar también como lo hizo el Sultán Mohamed V, protegiendo, amparando y defendiendo al pueblo palestino y poder recibir ellos también el titulo de JUSTO ENTRE LOS JUSTOS.
Jerusalén, ciudad emblemática y capital espiritual de las tres religiones monoteísta: judía, cristiana y musulmana debe ser el lazo de unión de ellas para conseguir de una vez por toda la tan deseada paz que necesita esta región. Nosotros debemos apoyar con toda nuestras fuerzas una paz justa y duradera con el legitimo y justo reconocimiento de Palestina como Estado.
