Melilla cierra mañana un año marcado por el notable aumento de la presión migratoria respecto a 2016. A falta de los datos oficiales del año completo, la última estadística provisional que ha publicado el Ministerio del Interior, que abarca hasta el 17 de diciembre, ya refleja ese incremento, que es aún mayor si se contabilizan las tres pateras que llegaron a Melilla después de esa fecha. Sumando esas llegadas posteriores, Melilla ronda las 4.630 entradas de inmigrantes, lo que supone un 23,9% más que en 2016. El dato, lógicamente, es provisional, ya no sólo porque aún quedan por contabilizar los dos últimos días del año, sino también porque desde el 17 de diciembre podrían haberse producido entradas irregulares por los pasos fronterizos que no han trascendido públicamente. No obstante, la cifra permite una visión aproximada de lo que ha sido este 2017, un año de auges en cuanto a la inmigración irregular en Melilla tanto por vía terrestre como marítima, pero especialmente en esta segunda, donde el incremento es del 831%.
El último balance de Interior, que incluye los datos oficiales hasta el 17 de diciembre, refleja 564 entradas vía marítima, a las que hay que sumar las 88 de las tres pateras que han llegado desde entonces a Melilla. Esto supone un total de 652, frente a las 70 de todo 2016, por lo que el aumento es espectacular. Ello, a pesar de que las entradas terrestres son las más numerosas en Melilla, y que según las cifras de Interior, se sitúan hasta el 17 de diciembre en 3.977, un 8,5% respecto al año anterior.
El CETI, por encima de 1.500
Las cifras de la inmigración irregular han sufrido cierto repunte en este tramo final del año. No en vano, en este mes de diciembre han llegado seis pateras, que suman entre todas 179 inmigrantes.
Esta mayor presión migratoria ha elevado la ocupación del CETI, que como ya avanzó MELILLA HOY, se sitúa por encima de los 1.500 acogidos. Ello ha obligado al centro a recurrir de nuevo a la instalación de tiendas de campaña y literas para dar cobijo a todo el mundo,
