Un menor extranjero no acompañado tutelado por la Ciudad Autónoma falleció ayer en el Centro Asistencial en el que se encontraba acogido desde el pasado 26 de diciembre, una vez recibió el alta hospitalaria tras haberle sido amputado uno de los pies en un accidente de tráfico. El joven, que fue hallado sin vida en su dormitorio de la Gota de Leche, iba a ser trasladado a Málaga en próximas semanas para someterse a cirugía plástica con fines reparadores. Se practicará la autopsia para conocer las causas de la muerte. En una nota de prensa, la Consejería de Bienestar Social de Melilla relata que ayer se encontró sin vida en su habitación el menor Z.H. de origen marroquí, de 17 años de edad, que se encontraba en acogimiento en el Centro Asistencial desde el pasado 26 de diciembre una vez recibió el alta hospitalaria tras haber sido intervenido quirúrgicamente.
Atropello
El joven había sufrido un accidente de tráfico en el Recinto Portuario al que había accedido al objeto de intentar embarcar como polizón en uno de los barcos que enlazan la ciudad con la península. Como consecuencia del atropello que sufrió, tuvo que ser trasladarlo al Hospital Comarcal donde el equipo médico que lo atendió tomó la decisión de amputarle uno de los píes. En estos momentos se recuperaba de la intervención en la Gota de Leche.
Según ha podido saber este Diario de fuentes cercanas a Bienestar Social, el menor iba a ser trasladado próximamente al hospital Carlos Haya de Málaga para que se sometiera a una intervención de cirugía plástica y reparadora que permitiera al joven, con la utilización de una prótesis, volver a andar.
En el comunicado, la Consejería "lamenta profundamente" lo ocurrido y ha anunciado que se ha procedido a la apertura de la correspondiente investigación sobre las circunstancias del suceso y se ha dado información al Ministerio Fiscal y a las autoridades judiciales competentes para las indagaciones oportunas.
Z.H., de origen marroquí, de 17 años, había ingresado en el Centro Purísima en dos ocasiones y apenas si estuvo un par de días, en concreto entre el 25 y 26 de octubre y entre el 27 y el 31 de octubre pasado. Desde su marcha voluntaria del centro no se había vuelto a tener noticias del joven, que había decidido vivir en la calle al objeto de disponer de nuevas oportunidades con las que poder acceder al puerto y de ahí, como polizón, llegar a Europa.
Era consumidor habitual de pegamento
Según ha podido conocer este Diario de fuentes cercanas a la investigación, se realizará una autopsia para determinar las causas del fallecimiento del joven.
Lo que sí ha trascendido es que el cadáver fue hallado sin ningún signo de violencia, sino como si estuviera durmiendo. Incluso seguía con los cascos puestos conectados a un reproductor de música. También se ha podido conocer que Z.H. era consumidor habitual de disolventes y pegamento.
Será el médico forense el que, tras practicar la autopsia de rigor, determine las causas del fallecimiento del adolescente de origen marroquí.
Segunda muerte
La de Z.H. es la segunda muerte de un menor extranjero no acompañado tutelado por la Ciudad Autónoma que se produce en un periodo inferior a quince días, tras el fallecimiento de un joven subsahariano el 22 de diciembre que había permanecido veinte días en la UCI del Hospital Comarcal de Melilla tras sufrir varias paradas cardiorrespiratorias en el centro de reforma en el que permanecía en régimen cerrado. La investigación de este fallecimiento sigue abierto.
