El consejero de Educación, Antonio Miranda, intervino el día 10 en la Ponencia del Estudio sobre el Pacto Educativo constituido en el seno de la Comisión General de Comunidades Autónomas, para dar a conocer el trabajo que se lleva a cabo en Melilla en este apartado aunque la Ciudad no tiene estas competencias. Como han hecho otros consejeros antes que él, respondió a las preguntas de los parlamentarios por espacio de una hora. Miranda dejó de manifiesto que es preciso que la nueva ley de Educación surja como fruto del consenso, aprovechando la sinergia del Paco de Educación que promueve esta ponencia. Su comparecencia como consejero de Educación en la Ponencia del Estudio sobre el Pacto Educativo constituido en el seno de la Comisión General de Comunidades Autónomas, se prolongó por espacio de veinte minutos, para someterse posteriormente y por espacio de más de una hora, a las preguntas de los senadores asistentes.
Pacto educativo
El consejero Miranda expuso en su comparecencia que el Pacto Educativo "es una prioridad", máxime cuando en las últimas décadas cada nuevo Gobierno ha elaborado su propia ley de Educación. Realizó un balance de la situación actual de la educación en Melilla y señaló que su principal preocupación son las cifras de fracaso y abandono escolar. En este sentido dijo que en España el fracaso escolar ha pasado del 15 al 19% y en Melilla ha pasado del 50 al 23%, por lo que "seguimos lejos de la media nacional".
Manifestó ante los grupos políticos asistentes que "al hablar de educación es necesario un consenso entre todos los partidos políticos, porque hasta ahora las leyes educativas aprobadas han generado conflicto, en vez unanimidad". Entiende que lo que no puede ocurrir es que cada vez que llega un partido al poder, "cambie la ley".
Asimismo manifestó que es necesario prestación atención a la diversidad de las aulas. "Hay que atender a los niños con diversas dificultades y buscar una igualdad de oportunidades", dijo. Otra cuestión fundamental es el profesorado, "que debe tener una mayor autonomía en los centros". Apuesta también el consejero por abrir las escuelas a las tecnologías de la comunicación y a la conectividad. Igualmente considera oportuno realizar un análisis de la descentralización del sistema educativo e "incidir en la defensa de la unidad del sistema educativo sin menoscabo del reparto de competencias en las comunidades autónomas". En este sentido, señala que el Ministerio de Educación "debe defender unos contenidos mínimos curriculares y se potencie el papel de la Alta Inspección Educativa".
Lo que queda claro para Antonio Miranda es que "es necesario una nueva Ley de Educación" porque la última no ha estado exenta de "polémica con los itinerarios educativos, que cuando se implantó lo hizo en una época de crisis y de ajustes económicos que complicaron la cosa".
Aportaciones de la Ciudad Autónoma
Aprovechó su intervención para detallar algunas de las actuaciones que realiza la Ciudad Autónoma de Melilla en esta materia, a pesar de que no tiene asumidas las competencias. Así, habló de los convenios con el Ministerio de Educación, el programa de inmersión lingüística para menores que desconocen el castellano, la contratación de los técnicos superiores de Educación, la gestión de bibliotecas, la formación de adultos, la creación de centros educativos, el sistema de reposición de libros de textos, etc.
Miranda, que defendió aumentar la oferta de infantil para reducir el fracaso escolar, reiteró que si se busca una ley que sea eficaz, precisa que sea fruto del consenso, resultado de un Pacto de Estado, que cuente con el máximo respaldo, incluyendo las comunidades autónomas y que se aumenten los recursos para la mejora de la educación.
